La hiperamonemia es una enfermedad que se produce cuando un bebé nace con altas concentraciones de amonio en el torrente sanguíneo, lo cual puede llegar a ser muy grave para su crecimiento y buen estado salud. De modo que resulta de gran importancia poder realizar un diagnóstico del problema a tiempo, por lo que es necesario prestar atención a la operación de síntomas específicos, como la diarrea, convulsiones y el vómito, por mencionar algunos.
Las altas concentraciones de amonio en la sangre, se originan cuando dicho componente no es eliminado del cuerpo mediante la orina. En caso de no realizarse una detección precoz, puede ocasionar daños irreparables en el sistema nervioso central, a causa de su elevado nivel de toxicidad.
Si no se somete al pequeño a un tratamiento inmediato, puede llegar a sufrir secuelas neurológicas severas e irreversibles, las cuales pueden derivar en discapacidad tanto intelectual como motora. Es importante saber que la mayor parte de estos trastornos neurológicos, ocurren por la exposición del organismo de los bebés al amonio. Por ese motivo, es importante verificar a tiempo los niveles de amonio, los cuales de ser elevados harán necesario realizar un control del bebé a través de distintos procedimientos.
Según los especialistas, uno de cada 25 mil recién nacidos posee un riesgo alto de sufrir de hiperamonemia congénita, pudiendo llegar a ser fatal en algunos casos. De ahí la necesidad de estar atento a la aparición de los síntomas, pues solo de ese modo se podrá actuar y tratar de inmeditato, para poder prevenir las secuelas a largo plazo y aumentar la esperanza de vida en los bebés afectados por esta enfermedad.
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