Más allá de ser un hábito de higiene, el baño constituye un momento divertido y de sumo relax para los bebés. Por ello, es conveniente elegir la bañera adecuada, para que el pequeño pueda disfrutar a pleno de su baño.
Es necesario que la bañera del bebé sea anatómica y no de cualquier material sino más bien de plástico antideslizante. Actualmente, en el mercado hay diversos tipos de bañeras: inflables, bañera-cambiador, plegables, etc..
En el caso de las bañeras-cambiador, éstas son muy útiles porque le evitan a los padres el hecho de tener que llevar al bebé a otra habitación, así como preparar un espacio diferente para poder secarlo y vestirlo. Lo ideal, para que sea más cómodo, es colocar la bañera encima de una mesa o cualquier otra superficie elevada, ya que de ese modo no será preciso agacharse.
Cualquiera sea el modelo de bañera que se elija, lo importante es asegurarse de que la misma permanezca estable cuando se introduzca al bebé en su interior. Cuidando siempre de que el material con el que esté fabricada no sea tóxico.
También, es preciso controlar que la temperatura del ambiente donde se vaya a bañar al bebé sea agradable, preferentemente de unos 20 grados, prestando atención de que no existan corrientes de aire ni ruidos molestos. De esta manera, propiciaremos que el baño sea un momento más que agradabe para el bebé.