En ocasiones, luego de dar a luz, las relaciones sexuales cambian de forma radical, tal vez a causa de los cambios hormonales que sufrimos las mujeres hasta que el organismo recupera su estado “normal” o incluso porque, de alguna manera, nosotras también cambiamos.
En los primeros meses posteriores al parto, mantener relaciones sexuales puede ser un tanto más difícil que antes. Inclusive, puede ocurrir que las mujeres no tengan ganas de practicar sexo con su pareja durante un tiempo por diferentes razones, como dolor y/o hipersensibilidad en la zona, falta de tiempo y cansancio, entre otras cosas.
En realidad, más allá de todo esto, resulta innegable que durante el primer tiempo las mujeres solemos depositar todas nuestras energías y nuestra atención en el bebé, quedando la pareja relegada a un segundo plano. Lo cual es bastante normal, sobre todo si tenemos en cuenta el tiempo de adaptación que necesitamos para acostumbrarnos al nuevo integrante, y que lógicamente no es el mismo para todos.
Por su parte, puede ocurrir que el hombre también se sienta cohibido al momento de tener relaciones sexuales con su pareja porque considera que no es conveniente o por temor a ser rechazado.
Ante esta situación, lo más aconsejable es que la pareja hable abiertamente del tema para evitar caer en un problema mayor.
Normalmente, los médicos no recomiendan tener relaciones sexuales durante los 40 días posteriores al parto (cuarentena), que es el tiempo que el organismo tarda en volver a su estado normal. Ya que, de lo contrario, la mujer puede exponerse a sufrir molestias o, inclusive, algún contratiempo mayor.
La verdad es que la llegada de un bebé modifica la vida de cualquier pareja. Por lo que lo más indicado es retomar las relaciones sexuales de a poco. En fin, sólo es cuestión de tiempo.
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