La llegada de un bebé, sin dudas, marca un rotundo cambio en la vida de toda pareja, en especial a la hora de dormir. Pensar en dormir toda la noche como antes parece un sueño realmente lejano. De todos modos, hay algunas técnicas que pueden ponerse en práctica para enseñar al bebé a dormir. No olvidemos que a dormir se aprende, al igual que a comer o a caminar.
Una de las cuestiones fundamentales es la vestimenta. Asegúrate que el bebé posea una vestimenta apropiada para dormir.
También, es importante respetar los horarios de alimentación del pequeño, estableciendo una rutina en sus comidas, sobretodo en aquellos bebés que comienzan a comer sólidos. Además, prueba con darle su última comida antes de las 22 hs, ya que después de este horario los cólicos o algunos trastornos digestivos podrían generarle molestias para dormir o, incluso, despertarlo durante la noche.
Otro aspecto esencial reside en enseñarle a diferenciar al bebé, desde bien pequeño, el día de la noche. Luz y ruido a lo largo del día, oscuridad y silencio durante la noche.
Un error muy común que cometemos las madres es acunarlo en brazos para que se duerma. Sólo hay que recostarlo en su cuna y darle unas caricias, cantarle una canción o contarle un cuento. De esa manera, se fijará una rutina que lo ayudará a dormir.
Al mismo tiempo, trata que un juguete que le agrade lo acompañe en la cama. Un juguete especial puede resultar una buena compañía al momento de acostarse, ayudándolo si se despierta por la noche.
Segundo error muy común: si llora, definitivamente no lo lleves a tu cama. Hazle compañía en su habitación, hasta que consiga dormirse de nuevo. En caso que vuelva a llorar, demora cada vez más en ir a su habitación, incrementando los tiempos de a 5 minutos. Así, el bebé no se acostumbrará a que alguien acuda a él de manera inmediata.
Asimismo, es de gran ayuda establecer una rutina para ir a dormir, como si fuera una especie de ceremonia, que se repita cada noche. Puedes contarle un cuento o ponerle un poco de música, a la misma hora todos los días.
Y, lo más importante, respeta y haz respetar estas reglas. No hay que permitir que las personas que lo cuidan cuando no estés quebranten estas reglas. Haz que las respete con firmeza, pero al mismo tiempo con afecto. De esta forma, el bebé aprenderá a conocer cuáles son sus límites.