Los cambios hormonales propios del embarazo, hacen que sea muy común que la futura madre sea propensa a sufrir estreñimiento.
Al margen de los factores hormonales, hay que tener en cuenta que el crecimiento del útero, el cual ejerce presión sobre los intestinos, vuelve más lento el tracto intestinal conllevando, por ende, al estreñimiento.
Hay ciertas recomendaciones que pueden tenerse en cuenta, en especial en lo relacionado a la dieta, para prevenir el estreñimiento durante el embarazo.
Aquellas embarazadas que padezcan este problema deben ingerir muchas frutas y verduras, lo cual también les ayudará a evitar las hemorroides. Además, en estos casos es aconsejable beber abundante líquido, al menos 2 litros diarios de agua, aunque también se pueden incluir infusiones, con excepción del café, así como caldos y zumos naturales.
Lo ideal es procurar ingerir frutas como el kivi, la ciruela o la naranja, y verduras tales como la acelga, la espinaca y la remolacha, no siendo recomendable consumir banana, manzana o zanahoria por su acción astringente.
Al mismo tiempo, pueden ser muy útiles los alimentos ricos en fibras, como es el caso de los cereales y el arroz integral; los yogures y leches cultivadas, especialmente las “bio”, también pueden ser de gran ayuda.
Para ayudar a “mover el intestino”, es importante también hacer ejercicio moderado.
En caso que el estreñimiento persista por varios días, lo más conveniente es consultar con el médico, quien en estos casos puede llegar a indicar tomar algún tipo de laxante.
A las molestias típicas del estreñimiento, como dolor de cabeza, hinchazón y gases, se le añaden los dolores al evacuar, por lo que pueden aparecer también hemorroides.