El contacto físico es algo esencial para el desarrollo del bebé, desde el momento de su nacimiento. Por tal motivo, tanto los papás como las mamás tienen que estar siempre dispuestos a prodigarle mimos a sus hijos.
Tales demostraciones de cariño, además de regalarle a los padres momentos de pleno disfrute, ayudan a que el bebé crezca en óptimas condiciones.
Si bien no es posible regular o definir pautas exactas, lo cierto es que existen determinadas cuestiones que puedes contemplar para aprender a mimar a tu hijo, de manera tal que estimules su desarrollo.
En el caso de los recién nacidos, es esencial tenerlos en brazos, darles mimos y hablarles dulcemente. Esto es todo lo que padres pueden hacer por ellos en esta etapa. No obstante, este contacto es absolutamente imprescindible para los niños.
Durante el trascurso de los tres primeros meses, es indispensable tener al niño en brazos por lo menos 25 minutos al día, lo cual ayudará a afianzar su confianza y darle seguridad.
En tanto que, entre los tres y seis meses de edad, bastará con tenerlo en brazos unos quince minutos al día.
Ya entre los seis y nueve meses, se puede tener al bebé en brazos unos diez minutos. Pero además resulta necesario empezar a pasar más tiempo jugando con él.
Al cumplir el año, el bebé ya no necesita un contacto físico tan estrecho. De todos modos, es muy importante jugar con él, darle afecto, hablarle suavemente, hacerlo reír, para que sienta la compañía de sus padres.
Más allá de todo, resulta innegable que no existe nada más lindo que darle cariño y mimar a nuestros hijos.