La higiene infantil extrema, es decir, cuando los padres cuidan de manera desmedida que todos los objetos que están en contacto con sus niños se encuentren bien limpios, no es recomendada porque al crear un ambiente aséptico puede acarrear ciertas consecuencias, como por ejemplo un menor desarrollo del sistema inmunológico o mayores posibilidades de padecer distintos tipos de alergias.
Los expertos en salud infantil indican que hay que evitar la higiene infantil excesiva, pues esta es una de las causas que hace que el índice de niños con alergias aumente cada año. En el caso del asma infantil, los especialistas sostienen que se ha duplicado el número de casos en las últimas tres décadas.
La higiene extrema, al igual que las medidas preventivas como la vacunación y la inexistencia del riesgo de infecciones, entre otras cosas, hace que el sistema inmunológico no active las defensas y aumente el riesgo de sufrir alergias.
Hay algunos estudios que revelan que la exposición de los niños a ciertos gérmenes del ambiente ayuda al desarrollo del sistema inmune, fortaleciendo al organismo para que esté más preparado y reduciendo las posibilidades de padecer alergias.
Según los especialistas, los niños de los países en vías de desarrollo, que viven en un ambiente repleto de gérmenes y con carencias sanitarias, nacen con la respuesta inmunológica TH2, células que propician la aparición de infecciones virales o cuadros de alergias. No obstante, las mismas se transforman en TH1, un tipo de células que ayudan al sistema inmunológico a combatir infecciones y disminuir los riesgos de alergias. En cambio, en los bebés que son concebidos en ambientes extremadamente higiénicos, su sistema inmune se desarrolla con menos capacidades.
Algunos datos estadísticos reflejan que los casos de alergia infantil prevalecen un 18,3% en las familias que poseen mayores ingresos, en tanto que sólo el 14,9% de los niños de familias que se encuentran por debajo del umbral de pobreza padecen menos alergias.