De acuerdo a las estadísticas, el aumento de casos de embarazos adolescentes provoca que estas madres corran un mayor riesgo de parto prematuro, es decir, antes de las 37 semanas de gestación.
Hay múltiples causas de un nacimiento prematuro, pero factores tales como el embarazo adolescente inciden gravemente en su aparición. Al respecto, los profesionales médicos sostienen que los embarazos en las mujeres adolescentes poseen una complejidad mayor debido a que aún las mismas no han completado su desarrollo.
Salvo en los casos en que la maternidad sea planificada y tenga el seguimiento médico necesario, las adolescentes por lo general tienden a incurrir en algunas conductas consideradas de riesgo, puesto que no se cuidan, no poseen una alimentación equilibrada y el ritmo de vida que llevan es más desordenado. Todo esto, influye negativamente en el cuidado del bebé por nacer. Incluso, muchos embarazos de este tipo son ocultados, lo que hace que las futuras madres no asistan a los controles pertinentes, dificultando de ese modo la detección de posibles riesgos.
El embarazo adolescente constituye una problemática que va en aumento, en muchos casos debido a la falta de información y de educación sexual entre los adolescentes, no sólo en sus hogares sino también en sus lugares de estudio. Esto genera que los adolescentes lleguen precozmente a un encuentro íntimo, sin tomar los recaudos necesarios para poder cuidarse satisfactoriamente, quedando expuestos no sólo al contagio de enfermedades venéreas sino también a embarazos no deseados.
Este es el motivo por el cual los especialistas ven la necesidad de hacer especial hincapié en la educación de los adolescentes, para evitar un parto prematuro e incluso un aborto.
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Cómo decirle a tus padres que estás embarazada
Embarazos adolescentes: ¿Cómo decirle a tus padres que estás embarazada? La realidad es que un embarazo, puede ser una noticia poco positiva cuando se produce de una forma inesperada y en una etapa de la vida en la que la prioridad, no es ser madre. Así sucede, por ejemplo, en el caso de los embarazos adolescentes.
Sin embargo, en una situación así, conviene dejar de lado el miedo para contar la situación a los padres lo antes posible. En muchos casos, el miedo es el mayor obstáculo a la hora de poner en práctica la comunicación: temor a romper las expectativas que los padres han puesto en sus hijas, miedo a no cumplir con los valores tradicionales de la familia… Sin embargo, por muy en desacuerdo que un padre esté con lo que has hecho, siempre te quiere más que a nada, por ello, va a cuidar de ti, te va a apoyar y te va a acompañar en la etapa de la vida que comienzas.
La peor decisión es posponer la situación de contar la verdad a los padres. Para ello, busca un buen momento para hablar con calma. Intenta dar la noticia sin grandes rodeos, hablando en primera persona, contando como te sientes, y también, puedes pedirles disculpas por el disgusto.
Ten en cuenta que se trata de una información difícil de asimilar, por ello, tienes que dar tiempo a tus padres para que se mentalicen. Por ello, la primera reacción puede que no sea del todo ideal. Se trata de una reacción lógica y natural. Si tienes más confianza con tu madre para hablar de estos temas, entonces, habla primero con ella para que te ayude un poco.
En caso de que sea necesario para ti, busca un apoyo a la hora de dar la noticia. Por ejemplo, si existe un tío en el que tienes mucha confianza, pídele que esté presente en el momento de hablar.
Muestra madurez, sencillamente, porque a partir de este momento, la responsabilidad de ser madre va a cambiar tu vida. Por ello, háblales de tus decisiones, de qué vas a hacer para sacar al niño adelante. Pero también, ten humildad y diles que vas a necesitar su ayuda.
Imagen: Nutrición Pro