Las caries en los más pequeños

Si bien no es lo usual, puede ocurrir que los primeros dientes de leche se empiecen a picar desde bebés, lo cual constituye una verdadera preocupación para los padres. Siempre a los niños se les pican muchos más los dientes si los comparamos con los adultos.
A los bebés que tan sólo se alimentan con leche, se les pica los dientes cuando poseen el hábito de dormir con el biberón, pues esto hace que queden restos de leche en la boca que producirán bacterias que, a su vez, propiciarán la aparición de picaduras. En aquellos pequeños que toman jugos, la situación es peor porque las frutas contienen azúcares que se descomponen de forma rápida en  la boca, por eso es común poder sentir mal aliento en los bebés.
A medida que van creciendo, van incorporando sólidos a la alimentación, que suelen quedar con facilidad entre y sobre los dientes; y golosinas, que facilitan la aparición de  caries por la proporción de azúcares y harinas que contienen.
De todos modos, la principal causa de las picaduras o caries no es otra más que la mala limpieza de los dientes. Desde bebés, hay que limpiarles las encías con una gasa húmeda,  y luego sus primeros dientes con un cepillo dental después de cada comida.
Hay que tener en cuenta que las primeras muelas de los bebés poseen hendiduras profundas y fisuras en la superficie de masticación que, al ser demasiado  delgadas, los cepillos dentales no llegan a limpiarlas correctamente, por lo que es ahí donde se produce la acumulación de bacterias.
Teniendo en cuenta todo esto, es importante que los padres les cepillen los dientes a sus hijos durante los primeros 3 años de vida, y luego le creen el hábito de lavarse los dientes, monitoreando el cepillado al menos hasta los 6 años para asegurar una buena higiene y prevenir la aparición de las tan indeseadas caries.

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