Durante el verano solemos preocuparnos acerca de cómo proteger al bebé del sol. El verano es la estación más esperada ya que invita a disfrutar del sol y del aire libre. Pero el tema del sol y los bebés es más delicado de lo que creemos y cuidarlo con medidas sencillas es un gran beneficio para ellos.
De modo que en este post nos dedicaremos a realizar una pequeña síntesis, bien práctica, acerca de lo que debes tener en cuenta para proteger a tu bebé de los efectos del sol.
Bajo ningún concepto expongas al bebé al sol de manera directa, sobre todo durante las horas de mayor impacto. Por lo que siempre puedes exponerlo a “medio” sol, colocándolo, por ejemplo, debajo de un árbol, una enramada intensa, una sombrilla o bajo techo.
También, es importante mantener hidratado al niño; dándole de beber abundantes líquidos y zumos.
En cuanto a la protección solar; lo mejor es aplicarle cremas protectoras en las partes que no estén cubiertas por la ropa, como cara, manos, piernas, pies y orejas. Si se trata de un día de mucha exposición, repite la aplicación cada dos horas, empleando factor de protección solar 30 o más.
Es necesario tener especial cuidado con las horas de mayor intensidad solar; evitando dentro de lo posible permanecer al aire libre entre las 11 de la mañana y las 15 de la tarde.
Con respecto a la ropa del pequeño, elige tejidos frescos para vestirlo con el fin de evitar que sude. Asimismo, siempre debe cubrirse su cabeza con un gorrito.
Por último, si hace mucho calor, refréscale cuantas veces sea necesario; especialmente su cabecita, nuca o pies. O, incluso, puedes optar por darle un buen baño.