La obesidad en el embarazo incrementa el riesgo de que la descendencia muera de manera prematura debido a una enfermedad coronaria. Así lo sostienen los investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), quienes a causa de los resultados obtenidos en su estudio ven la necesidad de tomar estrategias para prevenir la obesidad en las mujeres en edad fértil, así como de efectuar un seguimiento sobre la salud cardiovascular de los hijos de madres obesas.
Durante la investigación fueron analizados los datos de unas 37.709 personas nacidas a partir de 1950 en la maternidad de Aberdeen, Escocia. Al mismo tiempo, se revisó el registro del banco de datos neonatal, en especial de los casos asociados a la muerte por problemas cardiovasculares. Los resultados revelaron que la obesidad materna se hallaba vinculada con un incremento sustancial de la mortalidad temprana de los hijos en edad adulta.
Teniendo en cuenta esta información y considerando que en el Reino Unido una de cada cinco mujeres tiene problemas de obesidad, es indispensable desarrollar una estrategia para optimizar el peso corporal de las mujeres antes de que logren quedarse embarazadas. Para ello, plantean también la necesidad de una planificación del embarazo.
Estudios anteriores ya han definido a la obesidad en el embarazo o la diabetes gestacional como factores de riesgo, no sólo para la madre sino también para el feto. En efecto, una investigación llevada a cabo por el Instituto MIND de la Universidad de California estableció que la prevalencia de tales factores puede provocar en los niños serios trastornos, como autismo o retraso madurativo.
Entre las 37.709 personas estudiadas 6.551, en su mayoría varones, murieron por diferentes causas, aunque la enfermedad cardiovascular fue el principal motivo.
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