Muchas veces, las madres solemos creer que no tenemos suficiente leche para alimentar a nuestro bebé, pero por lo general dicha apreciación casi siempre resulta ser falsa. Hay una serie de signos que pueden indicar que el bebé no obtiene la leche necesaria.
Existe una serie de signos posibles que podrían dar cuenta que el bebé no recibe leche suficiente, aunque también podrían señalar otros hechos, no necesariamente relacionados con la lactancia.
De este modo, antes que nada habría que verificar si se cumplen dos signos fiables, como son el crecimiento insuficiente y la condensación y escasez de orina del bebé.
Normalmente, tales signos no indicarían leche insuficiente, pero el estrés que dichas situaciones producen podrían generar la reducción en la producción de leche. Por tal motivo, siempre se debe animar a la madre, ayudarla y acompañarla en su propósito de amamantar ya que la mejor manera en que haya una correcta lactancia materna es dando el pecho a demanda y sin presiones.
Entre alguno de los signos posibles que pueden indicar que el bebé no esté succionando de manera correcta, se puede mencionar el hecho de que no quede satisfecho tras la toma.
En el caso del llanto frecuente, éste se puede deber a diversos factores, diferentes al hambre, tales como cólicos o necesidad de brazos. Mientras que si el bebé demanda tomas a cada momento puede estar relacionado con una crisis o aceleración de crecimiento temporal.
Por otro lado, si un bebé rechaza el pecho puede deberse a distintas causas, siendo éste un indicador de que está pasando por cierta dificultad que interfiere en el amamantamiento.
Por lo general, si un niño parece quedar insatisfecho tras las tomas o desea comer muy a menudo puede que esté succionando incorrectamente, sin obtener leche fácilmente.
Al mismo tiempo, una madre puede no presentar cambios en los pechos durante el embarazo o en las semanas posteriores al parto y puede ser incapaz de sacarse leche en los primeros cuatro o cinco días de vida de su bebé. En este caso, puede ser una de las pocas madres que no son capaces de producir leche de manera suficiente.
En definitiva, resulta muy raro que las madres no posean leche suficiente. Si presentas algunos de los signos posibles antes mencionados, sólo basta con la ayuda y el apoyo de un profesional médico para solucionar el problema.