La toxoplasmosis en el embarazo II

Dentro de los estudios de rutina solicitados por el médico durante el embarazo está el de la toxoplasmosis. Los análisis de sangre pueden detectar la presencia de anticuerpos de la toxoplasmosis, los cuales indican inmunidad o bien una infección reciente.
Algunos de los síntomas de la enfermedad son: inflamación de los ganglios linfáticos del cuello sin dolor y otros síntomas más leves, como dolores musculares, fatiga, dolor de cabeza y fiebre.
Durante la gestación, puede sospecharse la presencia de toxoplasmosis cuando en una ecografía se observan algunas anomalías en el feto. De todos modos, la mayor parte de los bebés infectados no presentan ninguna anormalidad.
En caso que los resultados indiquen que la madre ha contraído toxoplasmosis en el embarazo, su médico le suministrará un antibiótico para reducir el riesgo de transmitirle la enfermedad al bebé. Y para determinar si el bebé ha sido contagiado, se le realizará un análisis de ADN especial del líquido amniótico así como una serie de ecografías.
Si el bebé contrae toxoplasmosis, las consecuencias pueden ser de leves a graves. Incluso, la infección puede ocasionar un aborto espontáneo, la muerte del bebé al nacer o fallecimiento tiempo después del nacimiento.
Asimismo, la toxoplasmosis congénita puede llegar a afectar el cerebro del pequeño, provocando problemas estructurales y neurológicos, como retrasos mentales o trastornos de motricidad, parálisis cerebral y epilepsia. También, otros órganos pueden resultar afectados, en especial los ojos, produciendo alteraciones en la visión y hasta ceguera.
Al nacer, algunos bebés presentan síntomas de toxoplasmosis como hepatomegalia, aumento del tamaño del hígado, ictericia, bajo recuento de plaquetas, infección cardiaca o pulmonar, esplenomegalia, aumento del tamaño del bazo; sarpullido y adenopatía, aumento del tamaño de los ganglios linfáticos.
No obstante, la mayoría de los bebés que tienen toxoplasmosis congénita, sobre todo aquellos infectados en el último trimestre del embarazo, al nacer parecen normales pero luego de unos meses o incluso años, pueden desarrollar problemas de gravedad.
Por este motivo, el tratamiento es efectivo para los bebés pues disminuye el avance de la enfermedad. Y si bien el tratamiento al que es sometido el bebé luego del nacimiento no puede revertir todo el daño ocasionado, sí logrará reducir el riesgo de desarrollar nuevos problemas durante la infancia y a lo largo de su desarrollo.

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La toxoplasmosis en el embarazo I

La toxoplasmosis es una infección provocada por un parásito microscópico llamado toxoplasma gondii. A pesar que por lo general se trata de una enfermedad leve, ésta resulta peligrosa durante el embarazo pues el parásito puede llegar a infectar la placenta e incluso al bebé.
La infección puede ser leve o grave, y poseer serios efectos, como el nacimiento de un bebé sin vida o problemas a futuro. De todas maneras, se pueden hacer diversas  cosas para prevenir la infección.
Un dato llamativo, sólo aproximadamente un 15 por ciento de las mujeres en edad fértil no pueden contagiarse toxoplasmosis, pues son inmunes. Pero es cierto que son bastante pocas las mujeres que contraen la enfermedad durante la gestación y no en todos los casos la infección es transmitida a sus bebés.
Aquellas que se infecten con toxoplasmosis en el primer trimestre del embarazo, el riesgo de que el bebé también se infecte es de alrededor del 15 por ciento. Dicho riesgo va aumentando conforme va pasando el tiempo, siendo de un 30 por ciento si se contrae la infección en el segundo trimestre y del 60 por ciento durante el tercero. A pesar de que el nivel de contagio de la enfermedad se incrementa en las últimas etapas del embarazo, la toxoplasmosis congénita reviste mayor gravedad cuando el bebé se infecta durante los primeros tres meses de gestación.
Al mismo tiempo, si la madre contrae la enfermedad pocos meses antes de quedar embarazada también existe la posibilidad de infectar al bebé. Por ello, si sabes que has contraído la infección de manera reciente, lo mejor es aguardar 6 meses antes de intentar buscar un embarazo.
Vale aclarar que la toxoplasmosis no se transmite de persona a persona, excepto en el caso de la transmisión de madre a hijo durante la gestación o mediante una transfusión de sangre infectada o de un transplante de un órgano de alguien infectado.

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