El sentido común nos indica que madres con una alimentación saludable dan hijos más sanos. Esto ha sido corroborado por diversos estudios científicos, uno de los más recientes señala que una apropiada alimentación materna constituye un factor variable en los casos de alergias infantiles.
De este modo, el estudio del equipo del Dr. Yoshihiro Miyake, de la Universidad Fukuoka, en Japón, determinó que una alimentación rica en frutas y verduras durante el embarazo disminuye los riesgos de que el bebé padezca alergias en un futuro.
Fundamentalmente, ingerir cantidades considerables de betacarotenos, presentes en frutas y verduras de color amarillo, rojo y naranja, es de gran ayuda para evitar las alergias que se manifiestan con eczemas en la piel. A la vez que la ingesta de vitamina E, que la encontramos en vegetales de hoja verde, reduce los casos de alergias respiratorias.
De todas formas, todavía resta evaluar datos acerca de este primer descubrimiento, aunque seguramente las mamás que ingieran muchas frutas y verduras, que poseen grandes cantidades de antioxidantes, contribuirán con la salud de su bebé en gestación.
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