Una buena alimentación durante el embarazo ayudaría a evitar alergias infantiles

El sentido común nos indica que madres con una alimentación saludable dan hijos más sanos. Esto ha sido corroborado por diversos estudios científicos, uno de los más recientes señala que una apropiada alimentación materna constituye un factor variable en los casos de alergias infantiles.
De este modo, el estudio del equipo del Dr. Yoshihiro Miyake, de la Universidad Fukuoka, en Japón, determinó que una alimentación rica en frutas y verduras durante el embarazo disminuye los riesgos de que el bebé padezca alergias en un futuro.
Fundamentalmente, ingerir cantidades considerables de betacarotenos, presentes en frutas y verduras de color amarillo, rojo y naranja, es de gran ayuda para evitar las alergias que se manifiestan con eczemas en la piel. A la vez que la ingesta de vitamina E, que la encontramos en vegetales de hoja verde, reduce los casos de alergias respiratorias.
De todas formas, todavía resta evaluar datos acerca de este primer descubrimiento, aunque seguramente las mamás que ingieran muchas frutas y verduras, que poseen grandes cantidades de antioxidantes, contribuirán con la salud de su bebé en gestación.

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Libertad de elección para una alimentación saludable

Un estudio llevado a cabo en Reino Unido por expertos de la Universidad de Nottingham arribó a la conclusión que si los niños escogen lo que desean comer, disminuye el riesgo de padecer sobrepeso infantil. De manera que los padres tendrían que ofrecerles una variedad de alimentos saludables, en pequeñas porciones, para que ellos elijan.
Según este estudio, la libertad de los niños de elegir los alimentos conlleva un efecto positivo que estimula el desarrollo de hábitos saludables en relación a la nutrición, algo esencial para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil.
Para arribar a esta conclusión, se realizó un seguimiento a 155 niños de entre 20 meses y los 6 años de edad, los cuales fueron divididos en dos grupos, uno compuesto por aquellos que podían elegir la alimentación y otro integrado por niños que se alimentaban con papillas hechas por sus padres y sin posibilidad de elegir. De este modo, se logró constatar que los niños que podían elegir los alimentos por lo general ingerían más carbohidratos en relación a los niños que eran alimentados por sus padres con papillas.
Este último grupo de niños, curiosamente poseían gran predilección por los alimentos dulces a pesar de que con las papillas habían recibido una mayor cantidad de frutas, vegetales y carbohidratos en comparación con los niños que escogieron su alimentación y pudieron disfrutar de bocadillos variados.
Al concluir el estudio, se concluyó que el porcentaje de niños con problemas de sobrepeso y obesidad era superior en el grupo de niños que eran alimentados con papillas. Según los expertos, esto se debe a que luego de la lactancia materna, permitir la libre elección de alimentos favorece que los niños aprendan a controlar el consumo alimentario, aumentando así la preferencia por los alimentos sanos y disminuyendo,a su vez, el Índice de Masa Corporal.

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Factores que influyen en el ritmo de crecimiento de los niños

El crecimiento de bebés y niños constituye una de las cuestiones que más nos desvelan a los padres, sobre todo durante los primeros años. Una alimentación sana y equilibrada es fundamental para el adecuado crecimiento de los niños. Incluso, el sueño es otro de los factores que ejerce su influencia, de manera notable, en el desarrollo de nuestros hijos. También, la genética y la presencia de algunas enfermedades pueden ser determinantes en cuanto al ritmo de crecimiento.
La mayoría de los padres solemos preocuparnos sobre cómo crecen nuestros hijos,  y realizándonos planteos del tipo: ¿estará creciendo correctamente?, ¿se alimenta bien?, ¿su peso es el adecuado?
Hay una serie de factores que determinan el ritmo de crecimiento de los niños, como por ejemplo la herencia genética, la alimentación y el sueño, así como las enfermedades que puedan contraer durante sus primeros años de vida.
En este orden, la cuestión genética  es importante ya que los genes inciden en nuestro peso y talla. Por lo que si los padres son altos, es muy probable que el bebé también lo sea.
Con respecto a la alimentación, ésta también posee un papel relevante en el crecimiento de los bebés. Tanto la leche materna como la de fórmula aportan todos los nutrientes necesarios para el desarrollo y crecimiento adecuado de nuestros hijos. Lo realmente importante es que se debe comprobar que el bebé aumenta de peso con regularidad.
En tanto que en los niños más grandes, una alimentación saludable y equilibrada también es fundamental para su desarrollo físico e intelectual.
Por su parte, el sueño desempeña una función reparadora en los bebés, debido a que durante el mismo el organismo segrega la hormona de crecimiento. Por lo que resulta sumamente importante respetar sus horarios de sueño.
Cabe aclarar que existen graves enfermedades, como la celiaca,  que pueden retardar el proceso de crecimiento del bebé.
Teniendo en cuenta ello, es indispensable que ante la menor duda acerca del crecimiento de nuestros niños consultemos con el pediatra, quien sabrá detectar cualquier tipo de anomalía y encarar, así, el tratamiento correspondiente.