Existen historias que no te dejan indiferente y que merece la pena tener en cuenta, entre otras cosas, porque nos muestran una visión positiva y esperanzadora del ser humano. Algo que siempre se agradece aunque sea de la mano de testimonios que también tienen un sabor amargo.
Y es que, una madre de 41 años prefirió salvar la vida de su bebé al saber durante su embarazo que padecía cáncer en cuello y cabeza. Toda una tragedia, la verdad, porque muestra la desesperación de una mujer que tiene que hacer frente a la mayor de las tristezas en un momento clave, pero además, también muestra la generosidad de una madre que había luchado al cien por cien por ser madre. De hecho, había dado este paso en solitario.
El bebé nació a través de una cesárea y sólo tres días después, Stacie Crimm, nuestra particular heroína murió. Por suerte, pudo tener a su bebé en brazos y conocerle. La verdad es que las historias de la vida no dejan de sorprender en ningún momento. Esta historia nos deja una gran lección y un gran mensaje, pero especialmente, esta historia será una fuente de amor para este bebé que siempre tendrá el gran orgullo de poder decir que su madre fue todo un ejemplo de valentía, fuerza y superación.
La muerte de la madre contrasta con la vida de un bebé que abre sus puertas al mundo. Esperamos que sea muy feliz, que tenga una vida positiva y que crezca en medio de cariño. En relación con este tema, existe otro testimonio de superación personal que puedes conocer de la mano de Randy Pausch en La Última Lección. Un hombre enfermo de cáncer de páncreas que aprovechó hasta el último momento su tiempo de vida con sus hijos, su mujer y su familia. La enfermedad forma parte de la vida de una forma inevitable, al igual que la muerte es una realidad del destino humano. En medio de este sabor trágico, mejor quedarnos con el sabor dulce de la llegada al mundo de este bebé tan especial.
Desde aquí nuestro pequeño y humilde homenaje a la memoria de esta gran heroína.
Imagen: Chupetes y Biberones
Fuente: Telecinco