El parto domiciliario puede ser una experiencia muy gratificante si tu embarazo cursa sin ningún tipo de inconvenientes, si dispones de un buen estado de salud y no presentas factores de riesgos médico-obstétricos. Dar a luz en tu casa puede ser algo realmente maravilloso, debido a la intimidad y calidez que te ofrece tu hogar. Hay quienes se animan a decir que el parto en casa es más natural y mucho más placentero, tanto para la madre como para el bebé.
Según estudios científicos llevados a cabo en Inglaterra, que comparan el resultado final del parto hospitalario con el del parto domiciliario, hay un incremento en la incidencia de intervenciones quirúrgicas en los partos hospitalarios, con el propósito de evitar complicaciones maternas o fetales. No obstante, el parto domiciliario no es aconsejable para todas las mamás en general.
En caso que ya hayas decidido dar a luz en tu casa, seguramente tu médico te habrá advertido acerca de las complicaciones que pueden existir y que requieren el traslado inmediato hasta el hospital más cercano. También, es bueno saber que no vas a recibir ningún tipo de anestesia y que tienes que preparar la casa conforme a las indicaciones dadas por el obstetra y la partera.
Al momento de preparar tu casa para el parto, lo principal es la limpieza extrema de la misma. Además, se debe verificar que la temperatura de la habitación sea óptima, además de contar con ropa y toallas calientes para cubrir al bebé ni bien nazca. A su vez, de acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se debe contar con un kit de parto, preparado de acuerdo a las indicaciones del obstetra, cuyo contenido deberá permanecer preferentemente esterilizado. Así, se crea un ambiente de asepsia.
Pues bien, dar a luz en casa es igual de seguro que dar a luz en un hospital, claro está, siempre que se trate de mujeres en perfectas condiciones de salud, que no hayan sufrido ninguna complicación durante el embarazo.
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