Estamos en la sociedad del éxito. No se trata de que todo el mundo haya alcanzado la cima a nivel laboral en nuestro tiempo sino de que el éxito es un bien que se valora mucho. Lo triste es que a veces, no se valoran a grandes escritores y a personas que tienen cultura. Nuestro tiempo está marcando nuevos referentes sociales a través de la televisión. Sin embargo, el éxito sí que es especialmente importante para la mujer que en los últimos años ha sufrido una transformación social importante en su rol.
Mientras que hace algunas décadas era habitual que una mamá se quedara en casa después de dar a luz, por el contrario, en la actualidad, son muy pocas las que optan por esta opción. La mayoría prefiere trabajar y no renunciar a su parte laboral por haber formado una familia. Entre otras cosas, porque el padre no tiene que renunciar a su éxito por haber aumentado el hogar. Todavía queda mucho camino por superar.
¿Qué es más importante, el éxito profesional o el familiar? La realidad es que depende de los valores que tenga cada persona. Hay gente que otorga un gran valor al trabajo, de tal forma que se proyecta al cien por cien en los logros conseguidos en la oficina.
El éxito familiar y el laboral son compatibles, pero está claro que también se paga un precio por querer llegar a todo. Cansancio, agotamiento, sensación de culpa… La realidad es que ahora mismo es una necesidad que la mujer también trabaje y aporte un sueldo al hogar después de ser madre para poder hacer frente a los gastos de hipoteca y de familia.
Es positivo saber delegar y pedir ayuda a los abuelos para que cuiden en momentos puntuales del bebé. Por otra parte, también es esencial que haya una perfecta organización del tiempo entre la pareja. Si tienen turnos laborales que sean compatibles, entonces, mejor que mejor.
Imagen: El blog piadoso