Si bien el nacimiento de un hijo es el momento de mayor felicidad en la vida de cualquier mujer, lo real es que no se suele hablar acerca de lo que afecta a entre el 50 y el 80 por ciento de las madres: la etapa melancólica posparto, denominada baby blues en inglés.
En efecto, esta etapa de melancolía por lo general aparece en el tercer o cuarto día posterior a dar a luz y de igual modo desaparece pasadas aproximadamente unas dos semanas. En esta etapa, la mujer experimenta cierto malestar emocional, aunque no es considerada un trastorno a causa de lo común de la afección y a que desaparece por sí sola.
Los sentimientos de tristeza son producidos por los cambios hormonales que tienen lugar en esos días, que de perdurar por un tiempo mayor son diagnosticadas como depresión posparto.
Los síntomas incluyen llanto, cambios de humor, impaciencia, irritabilidad, ansiedad, sensación de desasosiego y sensación de soledad. Estos sentimientos se ven potenciados por el estrés emocional y físico que produce la llegada de un nuevo bebé. A lo cual se le suma el dormir poco y mal atender al bebé, que no ayuda para nada.
Para sentirse mejor es bueno ejercitarse a diario, comer de forma saludable, dedicar un momento del día para hacer algo que guste, fomentando el diálogo con la pareja y amigos, y compartiendo las tareas del hogar y del cuidado del bebé con la pareja.
En caso de que el malestar sea muy severo o si los síntomas persisten pasadas dos semanas luego del parto, lo mejor es consultar con el médico especialista ya que se podría tratar de depresión posparto. Caso contrario, habrá que tener un poco de paciencia y aguardar que todo pase.
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