El pensamiento marca en parte, el bienestar emocional a lo largo de un embarazo. Es decir, en la medida que te centras en lo positivo, intentas tener visiones optimistas, generas buenos sentimientos y tranquilidad. Por tanto, dices adiós al estrés y la ansiedad. Aquí tienes algunos pensamientos de prosperidad que puedes aplicar a lo largo del proceso de gestación:
1. “Soy afortunada por vivir un momento único e irrepetible en la vida ya que no todas las mujeres tienen la suerte de dar la vida a un nuevo ser”. Por tanto, siéntete especial y segura de ti misma porque dentro de ti, hay mucha fuerza.
2. Ante las dudas que tiene cualquier madre primeriza, es importante actuar a tiempo con las ideas oportunas. Por ejemplo, puedes decirte: “Voy a ser una buena madre, estoy capacitada y preparada para ello”. Y puedes añadir: “No estoy sola en este reto, mi pareja y mis padres me ayudan”. Por supuesto, si cuentas con recursos económicos, también puedes contratar una canguro o llevar al niño a la guardería una vez que cumpla unos meses. Estará bien cuidado mientras tú te incorporas al trabajo.
3. “No tengo que ser una madre perfecta porque ninguna mujer lo es”. El exceso de perfeccionismo no es nada bueno, te genera miedo, te resta capacidad de superación y limita tus alas. Por tanto, relájate, disfruta de la vida e intenta ser feliz.
3. “A partir de este momento, habrá un punto de inflexión en mi destino, todo cambiará de forma positiva a partir del parto”. Es verdad que con la llegada del niño se dice adiós a la etapa anterior, sin embargo, también darás la bienvenida a muchas cosas nuevas: sonrisas regaladas, abrazos infinitos y mucho cariño.
A partir de ahora, nunca más te sentirás sola, sencillamente, porque va a tener un hijo a quien querer y por quien luchar. Y eso te va a dar mucha fuerza. La llegada de un nuevo ser es el máximo símbolo de prosperidad. Por ello, relájate, disfruta y deja que la vida fluya. «Todo irá bien», repítete este mensaje tantas veces como haga falta.
Imagen: Contar Cuentos