Un hijo es unas de las cosas más importantes en la vida de una madre. Y es que, el amor que siente una madre por un hijo es infinito, esta es una de las razones por las que cuando sucede la tragedia de perder a un niño, llega la tristeza infinita del vacío, la culpa, el dolor y la falta de sentido de la propia vida. Es decir, muchas mujeres se sienten así cuando han perdido a un niño y tienen que reconstruir su vida para volver a ser felices de una forma diferente.
Además, la muerte de un hijo a veces, se produce en las circunstancias más dramáticas y lamentables. Así sucede, por ejemplo, en el caso de Juan José Cortés, padre de la niña Mari Luz, que ha convertido su pérdida en una lucha de ilusión y de constancia. Es decir, como diría Víctor Frankl, ha logrado transformar el dolor injusto por la pérdida de su hija en una lucha social por ayudar a los demás, y cambiar, entre otras cosas algunas leyes.
Pero de una forma más natural, algunos padres también pierden a sus hijos como consecuencia de la enfermedad. Y es que, aunque la esperanza de vida ha aumentado de forma notable en nuestro país hasta el punto d que algunas personas llegan a vivir cien años, la realidad es que también existen niños que cada día luchan desde la habitación de un hospital por hacer frente a la enfermedad y alcanzar la curación. Sin embargo, en una sociedad de la vida en la que sólo se habla del placer y prácticamente nunca de la muerte, es muy difícil hacer frente a este dolor emocional.
Por ello, nada como pedir ayuda y evitar la soledad. Un psicólogo puede ser la mejor opción para hacer terapia a largo plazo. Por otra parte, otras personas también encuentran en la fe su mejor consuelo y un apoyo seguro.
Este lunes se celebra el día de Todos los Santos y todos aquellos padres que han perdido a un hijo hacen frente al dolor durante estas fechas. Nuestro ánimo para todos ellos y también, nuestro cariño.
Imagen: Tarotida