Habitualmente, a las mujeres durante el parto se les aplica la epidural como anestesia para mitigar el dolor. Sin embargo, una nueva investigación sostiene que la anestesia espinal o raquídea, que se debe aplicar en la primera etapa del parto, puede ofrecer mejores resultados.
Del total de las mujeres que dan a luz en el hospital, se estima que el 50% piden que le apliquen la epidural para aliviar el dolor del trabajo de parto, pues esta anestesia local disminuye la sensación de dolor en la zona baja de la espina dorsal.
De acuerdo al estudio desarrollado por especialistas de San Diego, en Estados Unidos, la epidural combinada con otro tipo de analgesia, que recibe el nombre de espinal o raquídea, calma los dolores de una forma más efectiva y rápida.
Para la investigación, se analizaron dos grupos de 400 mujeres cada uno. El primer grupo recibió la anestesia epidural, mientras que al segundo se le inyectó medicamentos en la zona que rodea a la médula como paso previo a la aplicación de la anestesia epidural.
La efectividad de ambos tipos de analgesia fue constatada en distintos momentos del trabajo de parto y el nacimiento. Estableciendo como parámetro una escala de 0 a 10, en las mujeres que recibieron la terapia combinada la puntuación del dolor fue de 1.4, en tanto que aquellas a las cuales se les aplicó la epidural calificaron en 1.9 su nivel de dolor. Y si bien a simple vista uno puede llegar a pensar que los resultados fueron bastante similares, para los autores del estudio dicha diferencia resulta significativa.
De este modo, la anestesia combinada no solo fue más efectiva, sino que también su efecto fue más rápido que el de la epidural estándar. Sin embargo, vale aclarar que el método combinado puede acarrear más efectos secundarios, como por ejemplo tasas cardiacas fetales más bajas, aunque durante el experimento esto no hizo que fuera necesario practicar cesáreas de emergencia.