Objetivos de la Semana Mundial de la Lactancia Materna

Objetivos de la Semana Mundial de la Lactancia Materna

La Semana Mundial de la Lactancia Materna sigue su curso y se está celebrando desde el día 1 de agosto hasta el próximo martes 7 de agosto. Se está festejando en países de todo el mundo, desde Guatemala hasta España. Se trata de un evento que tiene objetivos muy claros:

1. En primer lugar, potenciar la lactancia materna como fuente de salud y de bienestar para el bebé. En la sociedad del confort y del bienestar, existe algo que nos recuerda que no existe ninguna diferencia entre una madre actual y otra de generaciones anteriores. Ambas dan el pecho igualmente a su bebé.

2. También se pretende hacer un balance de los logros alcanzados en este ámbito en relación con la alimentación infantil. Se trata de un balance que permite una perspectiva notable en tanto que este año celebramos los 20 años de la Semana Mundial de la Lactancia Materna.

3. Además, a través de esta celebración, también se crea un nexo de unión muy especial entre todas aquellas mujeres que alimentaron a sus bebés de una forma natural, dejando de lado la tentación del biberón.

4. A lo largo de esta semana se brinda un merecido homenaje y reconocimiento, por una parte, a las madres que son muy generosas al dar el pecho a su bebé. Se trata de un hábito que implica un gran esfuerzo en tanto que durante los primeros meses, el niño toma leche cada pocas horas. Por ello, es la madre quien no puede delegar la alimentación en nadie más que en sí misma. Por otra parte, a lo largo de esta semana, también se brinda un homenaje a los niños que crecen sanos, fuertes y felices al compás de la lactancia materna.

5. Los eventos que se organizan en todo el mundo con motivo de esta fecha tan especial te pueden servir como forma de entretenimiento para tener una agenda social más activa en el verano. Por otro lado, también son una fuente de información muy interesante para todas aquellas madres que quieren valorar las ventajas de la lactancia materna.

Esta semana es especial para las familias así que disfrútala y participa.

Imagen: PaperBlog

Llegó el momento de dejar el pecho

La lactancia liga a la madre y el bebé en un vínculo maravilloso y especial. No obstante cuando los bebés se niegan a dejar el pecho, esto puede tornarse un proceso traumático.
Tanto por el retorno al trabajo o porque ya sea el momento, el bebé debe acostumbrarse a una alimentación que reemplace la leche materna. Y aunque la mayoría pasa este proceso  sin ningún problema, para otros constituye un verdadero trauma.
A pesar que para algunas mamás es también un momento difícil, en especial cuando ven a sus bebés sufrir, el destete ocurrirá tarde o temprano, ya que es parte del desarrollo de todo bebé, por lo que es necesario estar preparadas.
Los médicos aconsejan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida del bebé. Transcurrido ese periodo, se le puede seguir dando el pecho de forma alternada con papillas. Hay mamás que continúan dándole el pecho hasta el año y medio o dos años.
Vale decir que el destete afianzará la independencia física y emocional del bebé. Por lo que ante semejante cambio, la mamá tiene que estar presente para guiarlo gradualmente y demostrarle que su afecto hacia él no ha cambiado en absoluto.
Lo primero que es necesario tener en cuenta es que la primera y la última toma antes de dormir son las que el bebé irá a dejar al final del proceso. De modo que hay que comenzar por eliminar una toma por semana e ir observando cómo reacciona tu bebé. Si lo hace favorablemente, sigue eliminando las tomas de a una, sustituyéndolas por una toma de biberón o incluso sus nuevos alimentos.
Si tu bebé reacciona negativamente, tienes que ponerte firme y ofrecerle el biberón o algún alimento que pueda comer en función a su edad. Lo que no se debe hacer es forzarlo a probar otros alimentos, sino que hay convencerlo y hacer que le vaya gustando de a poco. Así como tampoco se le debe dar de mamar como una manera de hacerlo callar o para que termine de hacer berrinche.
Otra forma es intentar darle el biberón en cantidades reducidas antes de la leche materna, para que poco a poco vaya acostumbrándose al nuevo sabor. Inclusive,  puedes empezar a acostumbrar a tu bebé al biberón poniendo tu propia leche en la botella.
La tetina del biberón es muy importante, por lo que debes buscar una  con la que se sienta más confortable.
En caso que optes por posponer algunas tomas con comida, lo ideal es hacer que éstas sean más atractivas. Si a pesar de todo esto tu bebé continúa ofreciendo resistencia, no hay que forzarlo de ninguna manera, pues puede ocurrir que todavía no se halle  preparado. Respeta sus tiempos y, de ser necesario, consulta con el pediatra para que te ayude en esta etapa.

Imagen:

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Cómo preparar el biberón correctamente

Los papás primerizos, tras el nacimiento del bebé, se enfrentan a un mundo totalmente desconocido por ellos hasta ese entonces. Por lo que es bueno que tengan en cuenta algunos aspectos, a la hora de darle el biberón.
Si bien preparar el biberón es tarea sencilla, hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
En primer lugar, prepara el biberón en el momento preciso en que el bebé tenga hambre.
Además, como existe una gran cantidad de marcas de leches infantiles disponibles en el mercado, lee con atención el modo de preparación en cada caso y las medidas de leche que debes añadir, debido a que pueden variar de una marca a otra.
Lo más importante: no resulta aconsejable guardar la leche de una toma a otra, ya que existe riesgo de contaminación bacteriana.
Por otro lado, no se debe ser muy estricto con el horario de las tomas, del mismo modo que cuando se le da el pecho al bebé. Cuando el pequeño tiene hambre, lo hace saber de inmediato. Al principio, debe comer cada 3 o 4 horas, para luego ir espaciando las tomas paulatinamente a medida que el niño vaya creciendo.
Respecto a las tetinas, las hay en el mercado de diversas clases. Encuentra la que mejor se adapte a tu niño.
Y, especialmente, ten paciencia, al principio nada es fácil. Sólo es cuestión de un poco de experiencia. Tómate tu tiempo para preparar el biberón correctamente y para dárselo de manera relajada a tu bebé.
En cuanto al bebé,  debe estar un poco incorporado, jamás tumbado porque puede ahogarse con la leche. En definitiva, es el bebé quien marca el ritmo. De modo que no le fuerces a tomar y procura que no ingiera aire por la tetina, verificando que ésta siempre esté llena.