Los papás primerizos, tras el nacimiento del bebé, se enfrentan a un mundo totalmente desconocido por ellos hasta ese entonces. Por lo que es bueno que tengan en cuenta algunos aspectos, a la hora de darle el biberón.
Si bien preparar el biberón es tarea sencilla, hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
En primer lugar, prepara el biberón en el momento preciso en que el bebé tenga hambre.
Además, como existe una gran cantidad de marcas de leches infantiles disponibles en el mercado, lee con atención el modo de preparación en cada caso y las medidas de leche que debes añadir, debido a que pueden variar de una marca a otra.
Lo más importante: no resulta aconsejable guardar la leche de una toma a otra, ya que existe riesgo de contaminación bacteriana.
Por otro lado, no se debe ser muy estricto con el horario de las tomas, del mismo modo que cuando se le da el pecho al bebé. Cuando el pequeño tiene hambre, lo hace saber de inmediato. Al principio, debe comer cada 3 o 4 horas, para luego ir espaciando las tomas paulatinamente a medida que el niño vaya creciendo.
Respecto a las tetinas, las hay en el mercado de diversas clases. Encuentra la que mejor se adapte a tu niño.
Y, especialmente, ten paciencia, al principio nada es fácil. Sólo es cuestión de un poco de experiencia. Tómate tu tiempo para preparar el biberón correctamente y para dárselo de manera relajada a tu bebé.
En cuanto al bebé, debe estar un poco incorporado, jamás tumbado porque puede ahogarse con la leche. En definitiva, es el bebé quien marca el ritmo. De modo que no le fuerces a tomar y procura que no ingiera aire por la tetina, verificando que ésta siempre esté llena.