La cifra sorprende: el 90% de los problemas buco dentales que aparecen en adultos se pueden llegar a prevenir. Para esto, hay que emplear una buena higiene dental y una alimentación que haga que la salud de nuestro pequeño sea más favorable. Y, algunos de los consejos más importantes es que debe hacerse desde el momento de la lactancia; incluso, aunque nuestro bebé se alimente, de manera exclusiva, de leche materna; pues, ya pueden aparecer los primeros signos. Para evitar que los elementos azucarados de la leche materna disminuyen el esmalte de los dientes, hay que tomar una serie de medidas preventivas de higiene de la cavidad oral, tras cada toma, como son los enjuagues con agua. También, una de las tradiciones más comunes, como la de poner azúcar en el chupete, es mala para sus dientes.
La causa es que la destrucción que se produce, tanto en muelas como en dientes es muy rápida. Esto sucede, sobre todo, cuando añadimos alimentos de tipo edulcorado al biberón, como pueden ser los zumos de frutas, que se mantienen durante horas en la boca del bebé. Esto provoca lo que conoce como caries de biberón. Por tanto, debemos cuidar la dentadura de nuestro pequeño, desde el principio.