Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada reveló que los contaminantes ambientales determinan tanto el peso como la talla de los recién nacidos. El estudio se centra en los xenoestrógenos, que constituyen compuestos químicos que son producidos por las personas, insecticidas, lubricantes, tintes, lociones, pinturas, etc. De esta manera, la mayor exposición a esta clase de contaminantes ambientales se vincula con un mayor peso del bebé.
Al mismo tiempo, los resultados del estudio demuestran que las mujeres embarazadas que residen en ciudades grandes están más expuestas a los xenoestrógenos que las embarazadas que viven en áreas rurales.
Para arribar a esta conclusión, los investigadores se basaron en los datos brindados por un grupo de mujeres embarazadas que residían en Madrid y Granada. El primer grupo vivía en su mayoría en zonas urbanas, mientras que el segundo grupo lo hacía en aéreas rurales.
La exposición a los xenoestrógenos se halla condicionada por diversos factores, como el estilo de vida, la salud, las características antropométricas y sociodemográficas, el tipo de trabajo y las condiciones del mismo, y la carga estrogénica total efectiva, que son datos vinculados al parámetro de exposición. Los resultados obtenidos dan cuenta de la influencia de la estrogenicidad de los elementos acumulados en la placenta en el desarrollo fetal.
En fin, este estudio demuestra los efectos que tiene la contaminación ambiental en la salud de los recién nacidos.