El parto en posición vertical está relacionado con varios beneficios, en especial, la reducción en la duración del período expulsivo durante el trabajo de parto.
Lógicamente, la verticalidad y el movimiento durante la dilatación posibilitan que el bebé se abra camino por el canal del parto, a diferencia de si permanecemos acostadas o inmóviles.
En tal sentido, existen algunos riesgos asociados. Sin embargo, como nada de esto ha sido confirmado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que en los partos debe permitirse que las mujeres escojan la posición que deseen para el parto.
De acuerdo a una revisión publicada en la Biblioteca de la Salud Reproductiva de la OMS, que evalúa los beneficios y los riesgos de las diversas posiciones que adoptan las mujeres para el parto, el parto en posición vertical o lateral está asociado con: una reducción en la duración del período expulsivo, así como en los partos asistidos y en las episiotomías. Al mismo tiempo, se lo asocia con un aumento en los desgarros perineales y en la pérdida de sangre, además de una disminución de la manifestación de dolor intenso durante el período expulsivo.
Si bien los posibles beneficios del parto vertical superan notablemente los riesgos, continúa la investigación para corroborar ese probable incremento de desgarros de segundo grado y, especialmente, el aumento de la pérdida de sangre.
En fin, hasta tanto dichos datos no sean confirmados en nuevas investigaciones, la OMS insiste en sostener que la mujer debe escoger cómo quiere dar a luz, remarcando que el verdadero desafío de los profesionales de la salud es darles a las mujeres la información necesaria acerca de las opciones de las posiciones para el parto, además de consejos sobre cómo prepararse para tener el parto en la posición deseada.