Las patatas fritas envasadas reducirían la fertilidad en los hombres

Si está en tus planes buscar un embarazo junto a tu pareja, es importante que sepas que la alimentación de ambos es un factor clave a considerar.
En este orden, comer patatas fritas envasadas y demás bocadillos procesados y, por ende, pocos saludables, podría introducir en tu organismo sustancias que lejos están de ser beneficiosas.
Existen estudios realizados que han comprobado que el gosipol afecta en la cantidad y motilidad de los espermatozoides. Dicho producto se encuentra en el aceite de semillas de algodón, y si bien es eliminada gran parte del gosipol durante su proceso de producción, quedan restos de él en los alimentos que lo tienen entre sus ingredientes, como es el caso de las patatas fritas.
En efecto, en China se está estudiando el uso del gosipol como anticonceptivo masculino. Por ese motivo, si una pareja está intentando concebir, el hombre tendría que evitar el consumo de los bocadillos y aderezos para ensaladas, entre otros alimentos que poseen esta sustancia entre sus ingredientes.
Asimismo, es aconsejable que ambos miembros de la pareja ingieran alimentos orgánicos, para evitar los pesticidas y suplementos hormonales que se hallan en carnes, lácteos, frutas, verduras y huevos que compramos en el supermercado.
Estas son sólo algunas pautas que valen la pena adoptar y no resulta tan complicado de implementarlas cuando se busca tener un bebé.

Factores que condicionan la fertilidad de la mujer

Al momento de conseguir un embarazo, muchas cosas entran en juego. Llevar una vida saludable, así como mantener una dieta equilibrada y evitar el estrés son algunas de ellas, que resultan claves para incrementar las posibilidades de lograr un embarazo.
La edad es uno de los factores más importantes que condicionan a las mujeres a la hora de tener hijos. A pesar de que el hombre es fértil hasta una edad avanzada, en la mujer es bien diferente, ya que a partir de los 35 años empiezan a surgir las dificultades para concebir. Aunque los avances de la ciencia han posibilitado que el umbral de edad en las mujeres para lograr un embarazo sea mayor. Si bien en la mayoría de los casos las dificultades se deben a problemas médicos, el estilo de vida es otro elemento que puede complicar conseguir con éxito la gestación. Cuestiones como la obesidad, el tabaco, el alcohol y una mala alimentación pueden generar efectos adversos en la fertilidad de cualquier mujer.
En el caso de la obesidad, ésta causa inconvenientes al momento de  la gestación, incluso mediante tratamientos de reproducción asistida. Por ello, hay que controlar el peso ya que una mujer que intenta aumentar su fertilidad necesita comer bien y mantener un peso saludable. De manera que si se padece obesidad, lo más conveniente es perder peso, mejorando así la calidad de los óvulos.
En el caso de las adeptas al deporte, si bien es cierto que resulta beneficioso para la salud y la calidad de vida, a la vez que ayuda a prevenir diversas enfermedades, lo mejor es bajar el ritmo y la intensidad del ejercicio, realizando deportes livianos como por ejemplo natación.
Para aquellas que toman fármacos, lo más indicado es consultar con el médico previo a intentar quedar embarazada, puesto que ciertos medicamentos afectan a la fertilidad e, incluso, hay algunos que pueden provocar defectos en el feto y hasta abortos.
Otro punto a tener en cuenta es evitar el contacto con ciertas sustancias como es el caso de los fertilizantes inorgánicos (nitratos, fosfatos), pesticidas y detergentes. 
Por su parte, el estrés también es un gran condicionante a la hora de buscar quedarse embarazada, debido a que puede reducir el nivel de gonadotropinas e incrementar los niveles de prolactina, lo que puede devenir en ausencia de ovulación. Hay que tener en cuenta que en aquellas mujeres que sufren un alto nivel de ansiedad y estrés las tasas de embarazo disminuyen considerablemente, aumentando a su vez las posibilidades de sufrir un aborto.
El apoyo psicológico es de suma importancia para poder afrontar la infertilidad. Está comprobado que la ayuda psicológica en tratamientos de reproducción asistida reduce la ansiedad y la depresión en pacientes infértiles, al tiempo que puede mejorar la tasa de embarazo.
Teniendo en cuenta todo esto, si al cabo de un año no se consigue quedarse embarazada, se debe acudir a un especialista para detectar la causa.

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