El cordón umbilical es sumamente importante, dado que tras el nacimiento del bebé, se corta para luego ser separado de la placenta, que lo mantuvo unido a la madre durante toda la gestación, cumpliendo funciones esenciales para el crecimiento del recién nacido que acaba de arribar al mundo.
Luego de que el niño nace y el especialista realiza el corte del cordón umbilical, restos del mismo quedan colgando para formar lo que todos conocemos como ombligo, una pequeña cicatriz que se forma después de algunas semanas cuando dichos restos se desprenden. Por ello, previo a dicho desprendimiento es preciso tener ciertos cuidados.
Durante el período de cicatrización del cordón umbilical, las mamás debemos tener el cuidado de conservarlo siempre limpio. De lo contrario, es muy probable que aparezcan infecciones, dando lugar a secreciones amarillentas o verdosas. Por consiguiente, hay que prestar mucha atención si el cordón umbilical no seca y se torna maloliente, o si se observa cierto enrojecimiento alrededor de la piel.
Al mismo tiempo, debe revisarse que el mismo no se convierta en una hernia, o que se produzca un pequeño sangrando durante el período de cicatrización, lo cual suele suceder cuando el cordón umbilical se cae antes de lo pensado. Dicho proceso debe suceder naturalmente, no debiendo arrancarse o quitarse más allá de si se encuentre agarrado de un hilo para evitar probables complicaciones.
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Los cuidados del cordón umbilical
Cuando estaba en el útero materno, el bebe se alimentaba gracias a los vasos sanguíneos que se encuentran en el cordón umbilical. Cuando nacen, el médico se encarga de estrangularlo, con la ayuda de una pinza, el cordón umbilical a unos pocos centímetros del ombligo y lo corta. El trocito que queda unido al pequeño cubrirlo con la ayuda de una gasa que esté estéril, y empapada en alcohol de 70 grados. Debemos tener cuidado ya que el cordón umbilical puede estar en contacto con el pañal sucio, por lo que deberemos cambiar el pañal, de manera frecuente. Los padres deben repetir dicha operación, cada día, tras el baño y cada vez que se moje el pañal. Si sucede alguna de estas cosas, entonces, tendremos que ir al médico: si desprende mal olor, si se produce alguna secreción, si sangra o si la piel de alrededor se enrojece. Cuando se desprende, sólo nos quedará una pequeñita herida que va a ir cicatrizándose, poco a poco, sólo hay que hacer que la piel esté seca y limpia. Como ves, no es tan complicado lograr que el cordón umbilical se cure de manera correcta.
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