Desde el preciso momento de su nacimiento los bebés empiezan a incorporar conocimientos y a aprender a descubrir a su modo el mundo que los rodea, desde formas, colores y sensaciones, hasta aromas. De esa manera, consiguen desarrollarse mejor.
Con el propósito de conocer la manera en la cual los bebés interpretan su entorno, diversas universidades realizaron una investigación, de la cual se desprende que los pequeños cuando están sentados aprenden más pues la postura está relacionada con la facilidad de aprendizaje, el desarrollo cognitivo y la aprehensión de conocimientos.
Este estudio, que supone un avance en el descubrimiento del mundo infantil, señala que la postura que adoptan los bebés mientras aprenden y observan el entorno posee un rol clave en su capacidad mental y en su desarrollo cognitivo.
Los investigadores de las universidades de Dakota del Norte, Texas A & M. y Fargo, indican que lo mejor es que el bebé esté sentado puesto que de ese modo aprende más. La razón reside en que la facilidad que poseen los niños para sentarse por sus propios medios repercute directamente en la capacidad de los pequeños para incorporar nuevos conocimientos.
Además, los expertos han logrado descubrir que aquellos niños que no se pueden sentar por si mismos aprenden al mismo ritmo que aquellos que lo pueden hacer solos.
Para la investigación se llevaron a cabo dos experimentos con bebés pequeños, llegando a comprobar que, entre los cinco meses y medio y los seis meses y medio de vida, los bebés no utilizan todavía patrones para identificar los objetos por si mismos, sino que sólo lo empiezan a hacer desde el medio año de vida.
En el momento en que los niños se pueden sentar solos y sin apoyo es cuando crece la capacidad de aprender de los objetos pues como el niño ya no tiene que preocuparse en mantener el equilibrio puede concentrar por completo su atención en explorar los objetos que lo rodean, así como las cosas que observa, los sonidos que oye y lo que le dicen.
Una buena estrategia para ayudar a los niños en su proceso de aprendizaje es sentarlos en sitios cómodos y seguros para que aprendan a mantenerse solos. Así, pueden desarrollarse mejor con los procesos de aprendizaje mediante los objetos, en especial cuando se trata de niños con retrasos cognitivos.