Siempre hemos escuchado decir que los niños que usan chupete durante un tiempo prolongado están expuestos a sufrir ciertas complicaciones en su salud bucal, como deformación del paladar o dientes chuecos. Pero a ello se le agrega ahora nueva información, que se desprende de una investigación realizada un estudio en la Universidad de Wisconsin-Madison, según la cual el uso excesivo del chupete puede afectar hasta incluso el desarrollo expresivo del niño.
Lo especialistas señalan que el uso prolongado del chupete puede traerle consecuencias al niño, pues puede llegar a alterar su expresividad facial y su capacidad de experimentar, lo cual puede provocar que no llegue a ser maduro emocionalmente, ya que el chupete afecta la comunicación del niño al limitarle su capacidad de imitar gestos.
La investigación, para la cual se estudió sólo a bebés varones, da cuenta de que el chupete les impide experimentar con plenitud sus expresiones faciales, teniendo en cuenta que los seres humanos, en especial durante los primeros años de infancia, imitamos las acciones de otras personas. Por lo que resulta de suma importancia para el aprendizaje de las expresiones así como del lenguaje corporal, un medio de comunicación con el entorno cuando todavía no se realiza mediante la palabra.
Según los especialistas, cuando el pequeño usa el chupete se ve limitada su capacidad de imitar los gestos de las personas, lo cual afecta negativamente al proceso de comunicación y aprendizaje, tornándoseles muy complicado expresar sus emociones. Por ende, esta situación puede hacer que se sientan frustrados y se vuelvan introvertidos.
Es sabido que el chupete les sirve a los bebés para entretenerse, calmarse y reducir el estrés. Por ese motivo, no es para nada conveniente sacárselo abruptamente, pues de lo contrario tendría un efecto negativo en ellos. Por lo que se recomienda medir el uso del chupete, para de a poco lograr eliminarlo de la rutina de los pequeños.
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