Usar chupete previene la muerte súbita

Desde hace tiempo, algunos especialistas basándose en documentación científica vienen afirmando que el chupete puede ayudar a prevenir la muerte súbita en los recién nacidos, por considerarlo un factor de protección durante el sueño del bebé.  Ahora esa afirmación ha sido comprobada por una investigación desarrolla por miembros del Monash Institute of Medical Research, pues se determinó que el chupete permite mejorar el control cardíaco, reduciéndose de ese modo el riesgo de muerte súbita.
Los investigadores explican que la muerte súbita guarda relación con un fallo del sistema cardíaco, caída de la presión sanguínea, desajuste del ritmo cardíaco o la imposibilidad de despertarse al dejar de respirar. De este modo, los resultados de dicho estudio son de gran utilidad para prevenir la muerte súbita en los bebés.
Durante la investigación, los científicos se enfocaron en cómo impacta el uso del chupete en el ritmo cardíaco y la presión sanguínea de los recién nacidos. Para ello, fueron analizados unos 37 bebés a lo largo de tres etapas diferentes, entre dos y cuatro primeras semanas de vida, de dos a tres meses y, por último, de cinco a seis meses de edad. Al mismo tiempo, los niños fueron separados en dos grupos, los que usaban el chupete mientras dormúan y los que no. Además, a los bebés  se los hizo dormir boca abajo con el fin de corroborar de qué manera afectaba la utilización del chupete, en cuanto al ritmo cardíaco y la presión sanguínea se refiere.
Así, verificaron que succionar el chupete permitía mejorar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea en los lactantes, reduciéndose por ende el riesgo de muerte súbita. No obstante, aún resta bastante por investigar dado que no se pudo precisar cómo puede evitarse este tipo de muerte.

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El uso excesivo del chupete afectaría el desarrollo expresivo de los bebés

Siempre hemos escuchado decir que los niños que usan chupete durante un tiempo prolongado están expuestos a sufrir ciertas complicaciones en su salud bucal, como deformación del paladar o dientes chuecos. Pero a ello se le agrega ahora nueva información, que se desprende de una investigación realizada un estudio en la Universidad de Wisconsin-Madison, según la cual el uso excesivo del chupete puede afectar hasta incluso el desarrollo expresivo del niño.

Lo especialistas señalan que el uso prolongado del chupete puede traerle consecuencias al niño, pues puede llegar a alterar su expresividad facial y su capacidad de experimentar, lo cual puede provocar que no llegue a ser maduro emocionalmente, ya que el chupete afecta la comunicación del niño al limitarle su capacidad de imitar gestos.

La investigación, para la cual se estudió sólo a bebés varones, da cuenta de que el chupete les impide experimentar con plenitud sus expresiones faciales, teniendo en cuenta que los seres humanos, en especial durante los primeros años de infancia, imitamos las acciones de otras personas. Por lo que resulta de suma importancia para el aprendizaje de las expresiones así como del lenguaje corporal, un medio de comunicación con el entorno cuando todavía no se realiza mediante la palabra.

Según los especialistas, cuando el pequeño usa el chupete se ve limitada su  capacidad de imitar los gestos de las personas, lo cual afecta negativamente al proceso de  comunicación y aprendizaje, tornándoseles muy complicado expresar sus emociones. Por ende, esta situación puede hacer que se sientan frustrados y se vuelvan introvertidos.

Es sabido que el chupete les sirve a los bebés para entretenerse, calmarse y reducir el estrés. Por ese motivo, no es para nada conveniente sacárselo abruptamente, pues de lo contrario tendría un efecto negativo en ellos. Por lo que se recomienda medir el uso del chupete, para de a poco lograr eliminarlo de la rutina de los pequeños.

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Recursos útiles para que los niños logren dejar el chupete

Uno de los momentos de transición más complicados para cualquier bebé es el de dejar el chupete, en especial  cuando su uso está relacionado a ciertas rutinas como la del sueño.
Fundamentalmente, para lograr que los pequeños dejen el chupete, es necesario que los padres tengan paciencia y sean comprensivos, ya que no es tarea fácil.  En efecto, el chupete es un elemento que tranquiliza al bebé así como a los padres, pues si el bebé se encuentra tranquilo, los padres también lo estarán.
A pesar de que su uso les aporta tranquilidad a los niños, si se extiende su empleo éste puede ocasionar problemas en su dentadura. De ahí que los especialistas recomiendan dejar el chupete en torno a los dos años de edad.
Por supuesto que no debe ser un cambio que resulte traumático para el pequeño. Para ello, existen una serie de rutinas que pueden servirles de ayuda a los pares para lograr su cometido.
Por lo general, a los dos años los pequeños comienzan a hablar bastante. Por lo que es necesario hacerles comprender que si usan el chupete no se les entiende lo que dicen. De manera que, al momento de hablar, es conveniente instarlos a que lo hagan sin el chupete en la boca.
También, otro recurso que se puede utilizar es explicarles que ya son mayores para usar chupete. Como los niños de esta edad les atrae el hecho de pensar que ya son mayores, éste puede servir como un gran incentivo para que abandonen su uso. No es conveniente quitarle el chupete de manera brusca, sino que hay que hablarles mucho y ser sumamente comprensivos con ellos.
Lo mejor es quitarle el chupete de a poco. De modo que una buena opción sería dejarles que lo usen, por ejemplo, sólo para dormir. Retirándoselo por completo durante el resto del día.
También, se les puede leer cuentos que hablen del tema, para ayudarles a comprender a los niños el porqué resulta tan importante que dejen de usar el chupete. Gracias a los cuentos, los pequeños pueden aprender diversos hábitos saludables. 

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Recomiendan el uso del chupete para prevenir la muerte súbita

Desde hace un tiempo que se aconseja el uso del chupete para los niños menores de 12 meses, como un método para disminuir el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL). Si bien se desconoce como actúa, una nueva revisión de estudios confirma dicha asociación.
Está comprobado que el uso del chupete al dormir genera ciertas reacciones protectoras como, por ejemplo, un incremento de los micro-despertares, que la lengua se conserve en posición anterior, y un leve aumento de los niveles de dióxido de carbono y del tono muscular de la vía aérea. Al mismo tiempo, produce un aumento en la producción de Inmunoglobulina A (IgA), anticuerpo predominante en las secreciones del organismo tales como saliva, calostro, lágrimas, leche y secreciones genitourinarias, respiratorias y gastrointestinales a causa de la succión no nutritiva. De modo que al usar el chupete, la boca y la nariz no pueden obstruirse por completo contra el colchón.
La revisión de estudios ha confirmado que usar chupete al dormir se asocia a un menor riesgo de SMSL. Incluso, se cree que puede reducir la influencia de otros factores de riesgo en referencial al entorno del bebé.
Considerando los posibles efectos negativos hasta aquí  mencionados y la dificultad de retirarlo cuanto más grande sea el bebé, podría animarse a suprimir su uso después de cumplidos los seis meses de vida, que es cuando las probabilidades de SMSL disminuyen.

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Aspectos positivos y negativos del uso del chupete

Existen versiones a favor y en contra del uso del chupete, uno de los instrumentos favoritos de los más pequeños.
Los chupetes son una especie de aliado que ayudan a los bebés a conciliar el sueño, ya que  el acto de succión provoca la liberación de productos químicos que disminuyen el estrés, tranquilizándolos hasta alcanzar un estado de relax que permite que se queden dormidos. Por el mismo motivo, el chupete sirve para calmar el llanto del bebé, tranquilizarlo e incluso para contrarrestar dolores ocasionados por vacunas o enfermedades.
Al mismo tiempo, el uso de chupete estimula la producción de saliva y  es muy útil para combatir el dolor que el pequeño puede sufrir durante el proceso de dentición. A su vez, es bueno para los bebés prematuros puesto que les ayuda a mejorar el reflejo de succión, mejorando su alimentación.
Inclusive, se cree que el uso de chupetes por la noche reduce el riesgo de muerte súbita, aunque aún no se sabe bien el porqué, pues ayudaría a mantener abiertas las vías respiratorias del bebé mientras duerme.
La mayoría de los niños inconscientemente adquieren la costumbre de chuparse el dedo o sus puños, algo que a un futuro les puede traer problemas dentales. Este mal hábito queda relegado si se usa el chupete. A la vez, resulta más sencillo acostumbrarlo a dejar el chupete que acostumbrarlo a que ya no succione sus manos.
Además de todos estos aspectos positivos, el chupete también posee su lado negativo, en especial si no controlamos la frecuencia con que es usado por nuestro hijo.
Cabe destacar, que lo más recomendable es aguardar hasta las 6 semanas de vida para darle su primer chupete. Caso contrario,  el bebé no succionará correctamente el pecho de la mamá, trayéndole claras consecuencias en su alimentación.
En los bebés mayores de 12 meses, el chupete puede ocasionar dificultades en el desarrollo del lenguaje, dado a que quita las posibilidades donde el pequeño aprende a balbucear. Por otro lado, cuando su uso se prolonga hasta los 3 o 4 años, generalmente se asocia al chupete con problemas dentales como sobremordida, mordidas cruzadas o hendiduras en el paladar.
El uso del chupete durante largos períodos puede ocasionar infecciones, por el traslado de bacterias desde la boca hacia la garganta y oídos.

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