Tras 9 meses de gestación, tu cuerpo se encuentra preparado para dar a luz a tu bebé, lo cual implica que tengas algunos dolores intensos a causa de las contracciones.
Muchas veces, hemos escuchado de boca de otras madres acerca de tales dolores y nos genera temor el solo pensar en ello. Por suerte, existen ciertas técnicas que nos permiten dar a luz sin dolor.
Por un lado, cabe mencionar a la epidural, una anestesia que bloquea las sensaciones de dolor de la zona de la cintura para abajo, dado a que se inyecta en la parte baja de la espalda. Gracias a la epidural, no se sienten los tan temidos dolores de las contracciones, aunque sí sentirás una sensación de alerta para cuando debas pujar. Lo importante es que no afecta al bebé, e incluso puede resultar beneficioso ya que, al ser aplicada previo a dar a luz, el bebé dispondrá de un buen suministro de oxígeno porque tú no tendrás dificultades para respirar.
Otra técnica muy utilizada es el parto en el agua, lo cual favorece a la disminución del dolor. En este caso, el espacio en que tiene lugar el parto es más íntimo, evitando así que te pongas más nerviosa. El contacto con el agua caliente ayuda a que se relajen los músculos de la cintura para abajo, por lo que el dolor se reduce considerablemente. Esto se debe a que el nivel de endorfinas sube, ya que permanecer en la tina con agua te ayudará a sentirse más relajada; quitándote el estrés y los dolores intensos de las contracciones.
También, para el momento del parto se puede optar por el bloqueo espinal, la cual consiste en una inyección similar a la epidural, pero con efectos más efímeros (entre 1 y 2 horas). Este método se puede emplear si lo que deseas es que se te quite el dolor de las contracciones y del parto, pero no quieres que se prolongue por mucho rato esa sensación que te da la anestesia, como por ejemplo el adormecimiento. Luego de la anestesia, puedes presentar algunos síntomas como dolores de cabeza o presión baja, bastantes parecidos a los que tendrás con una epidural.