Ante la llegada del bebé, una de las cuestiones que se ponen en el tapete es acerca de qué hacer con la mascota. Esta situación se da en la mayoría de los hogares en donde ya hay una mascota que, por supuesto, forma parte de la familia. Pero ¿qué sucede cuando llega finalmente el bebé? ¿Hay que deshacerse de la mascota? ¿Representa un peligro para el pequeño? ¿Hay que tomar precauciones?
Lo cierto es que definitivamente no es preciso deshacerse de la mascota, así como tampoco será necesario mantenerla aislada. Incluso, la mayoría de los animales perciben la nueva presencia en el hogar; y cuando se trata de un niño, le toma cariño rápidamente, convirtiéndose en su fiel protector.
Esto es algo que se da de forma notoria especialmente en el caso de los perros. Además, la presencia de la mascota es beneficiosa para los niños, debido a que el contacto temprano con animales favorecerá que sean más sociables y no sientan miedo de otros animales.
De todas maneras, bien vale aclarar, es preciso tomar ciertas precauciones. Una de las principales es vacunar a tu mascota. Además, es necesario mantenerla limpia, bañándola cada 15 días aproximadamente, no permitir que lama al bebé., no traer una mascota nueva, ya que no dispondrás del tiempo necesario para atenderla. Al mismo tiempo, deberás asegurarte de que se trata de un animal manso, así como no dejar nunca al bebé solo con el animal y no permitir que el pequeño agreda al animal para evitar posibles ataques.
Para finalizar, aunque no menos importante, hay que enseñarle a los hijos a querer y respetar a los animales, y en especial a reconocer los estados de ánimo de éstos para poder interactuar con total normalidad.