El cambio de estación propicia la aparición de todo tipo de enfermedades, sobre todo en los bebés, aumentando así los casos de gripe, neumonía y laringitis, entre otros virus. Por ese motivo, al igual que cada año, la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda la vacunación contra la gripe estacional, no sólo de los niños sino también de los bebés mayores de seis meses de edad, para disminuir el riesgo de contagio.
La vacuna trivalente suele ser la más recomendada por los especialistas, dado a que contiene tres cepas comunes del virus, a pesar de que también puede optarse por las vacunas cuadrivalentes.
La gripe es una enfermedad altamente contagiosa que afecta a los grupos de riesgo de la población, como es el caso de los niños y de las personas mayores de 65 años, pues poseen un sistema inmunitario más débil. Los expertos señalan que la vacuna antigripal ayudaría a reducir de manera notable la cantidad de niños que padecen la enfermedad y, por consiguiente, el riesgo de contagio. Por ese motivo, es importante que se realicen campañas de vacunación en cada país para concienciar a los padres, en pos de prevenir este tipo de enfermedades.
Vale destacar que, debido a que el virus de la gripe muta permanentemente, se ha lanzado la nueva vacuna cuadrivalente que contiene una cepa adicional que la trivalente. De todos modos, lo importante es que los padres les administren a sus hijos una u otra vacuna, para que cuando los virus comiencen a proliferar ya se encuentren protegidos. Así, se evitará el contagio entre los miembros de la familia.
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La Organización Mundial de la Salud ha difundido datos realmente alarmantes, según los cuales cada 20 segundos muere un niño por neumonía. De modo que por año esta enfermedad se cobra la vida de alrededor de 1,4 millones de niños menores de 5 años, una cifra impactante sobre todo porque es una afección que puede prevenirse.
Nuevos estudios han logrado demostrar que es importante que los bebés descansen bien después de recibir una vacuna, debido a que es precisamente al dormir cuando mejor asimilan la inyección y existe menos riesgo de que sufran malestar o levanten fiebre.


