El niño, al nacer, se encuentra inmerso en una etapa muy especial puesto que la llegada al mundo convierte a los niños en pequeños exploradores que tienen curiosidad a la hora de observar y descubrir el mundo que les rodea. Conforme los niños van creciendo se tornan más despiertos y más vivos. Pues bien, el baño forma parte de la rutina diaria del bebé. Un hábito que, evidentemente, tiene que ver con la higiene del pequeño. Pero el baño tiene muchos más beneficios de los que parece a simple vista.
Por ejemplo, el baño ayuda al niño a relajarse, de hecho, tiende a ver ese momento como un juego en el que puede divertirse en el agua y recibe a la vez la atención de los padres. Existe una hora ideal para bañar a los niños y es la noche. Ya que el baño relaja tanto a los peques que así también dormirán mucho mejor por la noche y descansarán de forma adecuada.
Después del baño se le puede dar al niño un masaje en la espalda. Lo cierto es que el cariño es un alimento emocional más que necesario para los bebés que necesitan sentirse queridos y protegidos de forma asertiva. En relación con la higiene del bebé también conviene matizar que no es adecuado utilizar bastoncillos para los oídos puesto que su uso es perjudicial.
Del mismo modo, los expertos recomiendan no cortar las uñas del niño. Sin embargo, en caso de que quieras hacerlo entonces debes tener claro que es muy importante que tengas muy buen pulso y precisión a la hora de realizar los movimientos. De hecho, cuando el bebé sale del baño es buen momento para cortale las uñas porque en ese momento suele estar más calmado y relajado. Además, es necesario realizar este proceso con unas tijeras o un cortauñas infantil.
Sin duda, los beneficios de un buen baño son infinitos para el bebé. Incluso, es posible poner una música relajante de fondo en el momento en que el niño disfruta en el agua y se siente completamente feliz. El agua es un verdadero regalo de la naturaleza.
Imagen: Sobrebebés.com