Los padres sabemos lo difícil que es tener que dejar a nuestro bebé llorando en su habitación, o tener que pasar la noche despiertos porque no quiere dormir solo. Si bien la mayoría de los bebés a partir de los tres meses de vida adoptan rápidamente el ritmo normal del sueño, a otros les toma bastante más tiempo, llegando incluso a rozar el año.
Por esta razón, muchas veces los papás suelen tomar la decisión de colocar al bebé en su cama, decisión que si bien puede parecer satisfactoria en el momento, debido a que el pequeño se duerme porque se siente seguro, no es lo más aconsejable con el paso del tiempo.
Dormir al pequeño en la cama de sus padres, es un tanto perjudicial, ya sea para el niño, que no logra acostumbrarse a las rutinas necesarias, como para los padres, que no sólo pierden intimidad sino que terminan cediendo un espacio propio, tan importante para que la pareja mantenga vivo su propio vínculo. No se debe olvidar que la cama de los adultos es un lugar privado y, por tanto, es solo para los padres.
Para evitar que esto suceda, siempre es más conveniente establecer las rutinas del sueño del bebé, acostándolo antes que los padres y respetando los horarios. También, es bueno acompañar al pequeño hasta que se duerma.
Recuerden que dormir junto a los padres no solamente influye negativamente en la intimidad de los adultos, limitándola, sino que a la vez puede ser perjudicial para el desarrollo y la buena salud del niño. Por más bello que pueda resultar dormir con nuestro pequeño, es importante saber que cada cual debe tener su propio espacio De ese modo, se evitarán problemas a nivel de la pareja y se favorecerá el crecimiento adecuado del niño como ser independiente.
Me parece un artículo escrito a base de tópicos y creencias infundadas, y sin haberse informado de forma seria sobre el tema.
Por no ahondar en el tema, lo cual me llevaría bastante más tiempo destacaría que se afirman tres cosas que a menos que el autor del artículo tenga estudios que lo demuestren, NO SON CIERTAS: en primer lugar «la mayoría de los bebés a partir de los tres meses de vida adoptan rápidamente el ritmo normal del sueño», es algo totalmente FALSO, está demostrado que el desarrollo del ritmo sueño-vigilia es un proceso cerebral que no evoluciona de forma lineal, es decir que un bebé puede dormir 6 horas seguidas al mes de vida y eso no significa que a los 3 meses se despierte más a menudo para volver a dormir de forma más seguida a los 5 meses (es un ejemplo). Además está demostrado científicamente que el sueño empieza a parecerse más al de los adultos a partir de los 5 años, siendo normal que antes de esa edad los niños puedan despertarse en algún momento de la noche, lo cual no significa que lo hagan siempre. Es simplemente un proceso de maduración cerebral que necesita de unos años de vida sí o sí.
La segunda afirmación «Dormir al pequeño en la cama de sus padres, es un tanto perjudicial, ya (…) que no logra acostumbrarse a las rutinas necesarias» parece que la razón que se alega para poder decir que es perjudicial es que no se acostumbra a las rutinas necesarias ¿y cuáles son estas rutinas? ¿qué se considera necesario y qué no? Todo lo deja bastante en el aire sin especificar ni dar razones concretas ni con algún tipo de fundamento. Desde mi experiencia puedo decir que el colecho no está reñido con las rutinas, ahora bien, habría que saber como mínimo que entienden desde este artículo por rutinas «correctas o necesarias».
«dormir junto a los padres puede ser perjudicial para el desarrollo y la buena salud del niño» acto seguido no da ninguna información como de dónde saca esta conclusión ni en qué sentido es perjudicial para su SALUD (me parece un poco fuerte), ¿le sale urticaria? ¿décimas de fiebre? ¿bronquitis crónica? per por favor… o quizás se refiere a la salud psíquica del niño? en ese caso que diga a qué trastornos y enfermedades psicológicas se está refiriendo y cuándo se dio cuenta de que eso es así o qué estudio lo ha demostrado. Más bien afirmaría que es más bien el contrario, compartir las horas de sueño con los hijos no les hace más dependientes, al contrario, contribuye a su seguridad y autoestima.
Por lo que respecta a lo de la intimidad de la pareja… podría decir «sin comentarios» porque es de pena, pero añadiré que si una pareja ve mermada sus relaciones íntimas porque practiquen el colecho es que el problema ya lo tenían antes, que no le echen las culpas a su hijo. Que la cama «es un lugar privado y sólo para los padres» ya lo decidiré yo en mi casa cuál es mi lugar privado y para quién es mi cama, y cada uno en su casa que haga lo mismo.
Recomiendo a los padres que lean este «estupendo artículo» que lean a autores como Rosa Jové, Laura Gutman y Carlos González entre otros, por citar autores españoles.