Evita la culpa por volver al trabajo. Algunas mujeres, después de incorporarse al trabajo tras el final de la baja maternal, tienden a sentirse culpables porque tienen la sensación de no poder estar todo el tiempo que querrían con sus bebés. Sin embargo, el peso de la culpa no es una buena aliada emocional, por ello, aprende a liberar la presión a través de los siguientes consejos:
1. Ser madre no implica renunciar a tener éxito profesional. De hecho, tener un trabajo y desarrollarte en la oficina te permite crecer y evolucionar. En definitiva, te sientes mejor contigo misma, tienes otras ilusiones, planes fuera de casa, más opciones de socializar que aquellas mujeres que de una forma libre prefieren ejercer únicamente como amas de casa.
2. Eres la mejor madre del mundo. Así que deja de lado las inseguridades y los miedos que son habituales en cualquier madre primeriza que siente por delante la sensación de inexperiencia.
3. Busca ayuda para poder conciliar mejor trabajo y hogar. Por ejemplo, puedes contratar una canguro por horas durante unas horas a la semana. Del mismo modo, también puedes dejar que los abuelos cuiden del niño y te ayuden. Por otra parte, cada vez son más las parejas que prefieren llevar al niño a la guardería. De este modo, el bebé también socializa antes con otros niños, aprende cosas que no aprendería en casa, está en manos de profesionales, por tanto, está totalmente seguro y puedes estar tranquila.
4. Si te parece muy pronto para volver al trabajo y no te sientes bien contigo misma, entonces, tómate un tiempo para pensar bien las cosas y hacer aquello que te parezca correcto. Por ejemplo, puedes solicitar una excedencia para estar más tiempo en casa con el niño.
5. Comparte tus sentimientos con tu pareja, dile cómo te sientes, abre tu corazón ya que de ese modo, también te desahogas y te sientes mejor contigo misma.
Imagen: La salud de tu boca