Durante el embarazo, las mujeres orinan mucho menos en comparación con las ganas que sentían. Esta sensación es muy común pues su cuerpo está en proceso de cambio, aunque en el último trimestre no solamente dan más ganas, sino que incluso se les suele “escapar” la orina especialmente cuando se ríen, tosen, estornudan o levantan algo pesado, entre otras cosas.
El motivo de ello, no es otra cosa más que la presión que el útero ejerce sobre la vejiga, el tamaño del bebé, pues está cada vez más grande y ocupa mucho espacio afectando así la función de la uretra, que es la que hace posible que retengamos la orina.
Durante esta etapa, es necesario beber al lo menos 8 vasos de agua diarios, pues sino podría llegar a contraer una infección urinaria o incluso deshidratarse; evitar tomar líquidos con cafeína, picantes, gaseosas, alcohol; porque irritan la vejiga; controlar el sobrepeso, ya que influye en la incontinencia porque aumenta la presión sobre la vejiga.
Al reír, toser o estornudar hay que procurar cruzar las piernas. También, es importante hacer los ejercicios Kegel, que se trata de contraer los músculos alrededor de la vagina, con los cuales se obtendrán resultados entre las 4 y 6 semanas posteriores. No se debe acelerar el proceso haciendo más ejercicios Kegel, porque puede llegar a ser contraproducente y generar un efecto contrario al deseado.
Al mismo tiempo, durante el embarazo las mujeres están proclives a sufrir infección urinaria, la cual se puede prevenir higienizando bien el área, evitando los baños de inmersión, no usar ropa ajustada y utilizar ropa interior de algodón.
Inclusive es importante evitar el estreñimiento para que la vejiga no esté presionada y debilite los músculos de la pelvis. Para ello, es fundamental beber mucho líquido e incorporar fibra en la dieta.
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