Alertan sobre el incremento de recién nacidos con sobrepreso

La obesidad es un problema que cada vez afecta a más personas en todo el mundo. Al respecto, un grupo de especialistas médicos han alertado acerca del incremento del número de recién nacidos con sobrepeso que se viene dando en los últimos años en los países desarrollados.

De acuerdo a una investigación que fue publicada en la revista The Lancet, en las últimas décadas la cifra de recién nacidos con un peso de alrededor de 4 kilos ha crecido de un 15% a un 25%. Además, los expertos sostienen que se han incrementado los casos de macrosomía o síndrome del bebé grande en los países en vías de desarrollo, debido al sobrepreso u obesidad que padecen las madres, entre otras razones. En Argelia, por ejemplo, país en el cual el 30% de las mujeres sufren obesidad, la cantidad de bebés que nacen con un tamaño y peso excesivo ha aumentado un 15%. En tanto que en países como la India, donde la tasa de obesidad entre las mujeres es del 3,6%, el número de niños con macrosomía no llega al 0,5%. Tales datos permiten ver claramente la relación existente entre el sobrepeso u obesidad de las futuras madres y el nacimiento de bebés grandes.

Ante este panorama, los especialistas sobre los riesgos para las madres y los bebés, tanto antes como después del parto. En efecto, los bebés que nacen con un peso excesivo pueden sufrir distocia de hombros en el parto, lo cual ocurre cuando la progresión del alumbramiento se detiene al salir la cabeza del bebé debido a que el tamaño del cuerpo no llega a pasar por la pelvis, produciendo una fractura de huesos del recién nacido. Con respecto a la madre, ésta corre riesgos de sufrir traumatismos y desgarros serios. Asimismo, los bebés poseen un riesgo mayor de padecer obesidad a futuro e incluso algún tipo de cáncer.

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El 44% de los niños españoles tiene exceso de peso

España encabeza en Europa el registro de casos de obesidad infantil, de acuerdo a un estudio desarrollado por la “Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad”. En concreto, aproximadamente el 44% de los niños españoles padecen sobrepeso. Los especialistas aseguran que esta es una problemática que debe empezar a ser combatida desde casa, reemplazando la bollería industrial por  frutas y zumos naturales a la hora de la merienda.
Según dicho estudio, al contrario de lo que debería ser, en los hogares españoles con niños pequeños se consumen menos frutas que en aquellos donde no se tienen niños pequeños.
En este caso, la fruta perfecta para incorporar en la dieta de los niños es, sin dudas, la manzana, puesto que, además de su aporte nutricional, les brinda la energía que necesitan y es muy saciante.  Lo bueno es que se la puede comer de diversas formas, ya sea cruda o cocida, al horno, en puré, cortada en trozos en ensaladas, etc.
Asimismo, una manzana cortada en rodajas puede ser una excelente opción para que los niños consuman en la escuela durante el recreo, así como en la merienda o como tentempié. Es interesante saber también que esta fruta ayuda a mantener los dientes limpios y prevenir ciertas enfermedades, como la hipertensión, diabetes, colesterol, etc.
A medida que los niños crecen, se les puede ofrecer zumos de manzana natural como alternativa para disminuir el consumo de refrescos azucarados, que no sólo les aportan muchas calorías sino que además les provocan “subidones” y bajadas de energía.
En fin, la incorporación de frutas en la dieta de los niños es de gran ayuda para evitar que ganen peso, con el consecuente problema para su salud que ello implica.

El 28% de los niños españoles tiene sobrepreso u obesidad

Aproximadamente el 28% de los niños españoles tiene sobrepreso u obesidad, según lo ha revelado un estudio realizado por la Fundación Thao. Esto se debe a que los niños juegan menos que antes y practican poco deporte, lo cual hace que tengan una vida por demás sedentaria.
Aparte de no llevar una dieta saludable, hoy en día los niños no juegan o sólo hacen una hora diaria de ejercicio físico, algo que aumente inevitablemente la tasa de sobrepeso y obesidad infantil.
Según los expertos, en el colegio solamente se realizan dos o tres horas semanales de educación física, lo cual resulta claramente insuficiente. De todos modos, debido a las limitaciones de esta área en la educación, los niños no pueden hacer educación física todos los días, por lo que es necesario realizar ejercicio o jugar algún juego que requiera de esfuerzo físico fuera del ámbito educativo.
Es muy importante prevenir la obesidad infantil, dado a que se trata de un problema que afecta el desarrollo de los niños, a nivel físico y psicológico. A ello hay que sumarle el hecho de que la salud se va degradando conforme pasan los años.
En aquellas localidades en las que se puso en práctica el programa Thao salud infantil se han obtenido resultados satisfactorios, a tal punto que el sobrepeso sólo aumentó un 0,9%, mientras que la obesidad solamente  lo hizo en un 0,1%, de lo cual se desprende que un 1% del total de los niños sufren sobrepeso u obesidad. La situación es bastante diferente en las localidades donde no se ha implementado el programa en cuestión.
De acuerdo a los datos arrojados por el estudio, el sobrepeso y la obesidad afectan a los niños desde muy pequeños. Lo más alarmante de todo es que a mayor edad la incidencia de este problema se incrementa notablemente.

Consejos para evitar la obesidad en los niños

La obesidad es un problema que se ha extendido tanto entre la población mundial, especialmente a los niños, que actualmente es considerada una pandemia. Por dar un ejemplo, en España el porcentaje de niños con sobrepeso u obesidad supera el 28%.
Para evitar que los niños sufran este problema, existen ciertos consejos que pueden ayudar a los padres para cuidar la salud de sus hijos y darles la posibilidad de que tengan una buena calidad de vida.
En primer lugar, es importante servirles raciones de comida apropiadas para la edad de los pequeños. Para comer de una manera más equilibrada, los alimentos deben servirse en platos no muy grandes. Además, es necesario que la despensa contenga alimentos variados, en especial productos frescos y saludables, como es el caso de los cereales, verduras, frutas, hortalizas, etc, procurando evitar el exceso de la bollería o alimentos ricos en grasas o azúcares para disminuir su ingesta, ya que así los niños no tendrían con qué tentarse.
También, deben ser evitados los refrescos azucarados y los zumos preparados, para ayudar a los niños a que se acostumbren a beber agua, pues no hay nada mejor para calmar la sed e hidratarse. Claro que no es bueno privar a los niños por completo de consumir refrescos, bollería, etc., ya que si los ingieren de manera esporádica no afectan al organismo.
En el caso de los productos lácteos, éstos deben ser bajos en grasas. Al tiempo que es fundamental limitar el consumo de carnes y sus derivados, reemplazándolos por pescado, frutos secos o legumbres, pues estos últimos le aportan al organismo los nutrientes necesarios.
Por otro lado, los niños necesitan hacer actividad física de forma regular, y si es en compañía de los padres mejor aún porque los pequeños acostumbran imitar todo lo que hacen los mayores.
Por último, es indispensable controlar el tiempo que los niños pasan frente al tv o jugando videojuegos, pues este tipo de actividades no hacen más que fomentar el sedentarismo.

Recomiendan controlar la presión arterial desde los cinco años

Las familias, según las recomendaciones de los profesionales de la salud, deben comenzar a controlar la presión arterial de sus hijos desde los 5 años de edad, pues de ese modo podrán detectarse a tiempo casos de hipertensión arterial, en especial en los  pequeños que tengan tendencia al sobrepeso.
Es una realidad que la hipertensión infantil toma por sorpresa tanto a las familias como a los pediatras, dado que no se acostumbra tomar la presión de los niños durante las consultas. Esto hace que se vea retrasada la realización del tratamiento apropiado. Sin embargo, para medir la presión arterial infantil es preciso usar un aparato especial, lo que dificulta en general el diagnóstico acertado porque no todas las instituciones de salud disponen de un equipo de estas características.
Cabe señalar que durante la infancia uno de cada tres niños posee la presión más elevada de lo normal, lo cual es propiciado por la propensión al aumento de peso producto del sedentarismo y una mala nutrición.
Todavía, resulta un tanto complicado que tanto los adultos como algunos médicos entiendan es necesario tomarle la presión a los pequeños puesto que la hipertensión no afecta solamente a los adultos, sino que cada día hay más casos entre los niños. Y si este problema no es tratado a tiempo, puede que se vea perjudicada la calidad de vida del niño.
Según los especialistas, un niño es hipertenso cuando supera la perceptila de 95, calculada en base a la edad. De este modo, quien esté por encima de los parámetros saludables se dice que posee la presión alta, estando este problema muy vinculado a la diabetes u obesidad. Por tal motivo, es muy importante tomar medidas preventivas desde edades muy tempranas, como limitar el consumo de azúcar, así como de frituras, sal, comida chatarra y bebidas azucaradas, pues de ello dependerá el bienestar de los niños.

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Algunas bacterias sólo están presentes en los niños obesos

Hay determinadas bacterias que sólo afectan a aquellos niños que sufren obesidad, las cuales habitan en su colon y difieren de las que se hallan en los pequeños que tienen un peso normal. Dicha información, se infiere de un estudio desarrollado recientemente por los investigadores del Centro de Investigación y Estudios Avanzados.
La importancia de este dato es muy útil, pues en base a ello podrán identificarse el tipo y grupo de bacterias que serían de ayuda para el futuro desarrollo de alimentos probióticos que pueden hacer que los niños bajen de peso.
Para la investigación, a cargo de Carlos Hoyo, se tomaron muestras a un grupo de niños en edad preescolar, que llevaban una dieta equilibrada aunque algunos de los pequeños sufrían de sobrepeso u obesidad. De este modo, los expertos se dedicaron a analizar los ácidos grasos de cadena corta que producen las diferentes bacterias que hay en el colon de los niños, como es el caso del ácido propiónico, el butírico y el ácido acético. Tales  sustancias sirven de ayuda para bajar de peso, puesto que además de se inhibidoras del apetito son antiinflamaorias.
Al mismo tiempo, a los niños se les extrajo una muestra de ADN para poder conocer cuáles son las bacterias que están presentes en los niños con problemas de obesidad y cuáles son las que habitan en los niños con peso normal. Gracias a ello, los investigadores lograron descubrir la existencia de dos tipos distintos de perfiles compuestos por microorganismos, pero todavía resta profundizar un poco más en ellos.

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La obesidad se presenta más en los niños que en las niñas

Actualmente, una noticia que no deja de generar preocupación en el campo de la medicina es  la referida al incremento en las tasas de obesidad infantil, sobre todo en los niños. Si bien las niñas también se ven afectadas por el sobrepeso, el porcentaje de incidencia de este problema entre ellas es inferior que en los varones.

Los especialistas señalan que desafortunadamente un alto porcentaje de los niños se hallan hoy en día por encima de su peso ideal, lo cual conlleva una serie de riesgos y peligros para la salud de los mismos a corto y largo plazo. Esta situación, interfiere negativamente en el desarrollo y proceso de crecimiento durante la infancia.

De acuerdo a un estudio que fue publicado de manera reciente por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, en los últimos meses han aumentado de manera considerable las cifras de sobrepeso y obesidad en las áreas de pediatría. Los datos fueron obtenidos a través de un informe realizado entre el 2010 y el 2011, del que participaron unos 8.000 niños de entre 6 y 10 años edad. En base a ello, se ha logrado comprobar que casi la mitad de los niños, es decir el 44,5%, tiene exceso de peso. En tanto que el 30% presenta sobrepeso y el 18,3% padece obesidad infantil. Estas cifras alarmantes explican porqué la obesidad infantil es un problema de salud pública, pues las mismas no paran de crecer en todo el mundo.

Además, se logró establecer que los problemas con el exceso de peso se presentan más frecuentemente en los niños que en las niñas. Los expertos suponen que el sobrepeso y la obesidad en los niños están relacionados con los ingresos de la familia, pues los adultos de bajos ingresos, al no poder brindarles una buena nutrición a sus hijos, son los que en su mayoría tienen niños obesos.

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El sobrepeso en las embarazadas predispone a los bebés a sufrir obesidad

Según los profesionales médicos, los problemas de sobrepeso o de obesidad en las madres constituyen un factor de riesgo en la gestación debido a que existe la posibilidad de que sufran complicaciones, que pueden llegar a afectar incluso al bebé que se está gestando.

En efecto, investigadores colombianos realizaron un nuevo estudio según el cual los problemas de sobrepeso en las embarazadas predispone al bebé que está en el vientre a padecer lo mismo, es decir, la mayoría de las mujeres obesas dan a luz a bebés obesos, algo pudiendo llegar a afectar su desarrollo desde su nacimiento.

Del estudio, que ha sido llamado «Factores de riesgo perinatales para sobrepeso y obesidad en escolares en una población bogotana», participaron unas 528 mujeres y sus respectivos niños cuyas edades oscilaban entre los 5 y los 10 años.

Uno de los ítems más importantes de la investigación ha sido el de la programación fetal, que da cuenta cómo el ambiente al que es expuesto un feto influirá indefectiblemente en él durante su desarrollo.

De esta manera, se verificó que aquellas mamás que sufrían de sobrepeso antes de quedar embarazadas poseían casi el doble de riesgo de que sus hijos padecieran obesidad entre los 5 y 10 años de edad. Por lo que el cuidado inapropiado de la mujer influye en la vida de los niños.

Las mujeres obesas corren el riesgo de tener bebés demasiado grandes. Incluso, es sabido que cuanto mayor sea el peso del pequeño al momento de nacer mayores serán las posibilidades de padezca obesidad, ya sea a corto como largo plazo, pues necesitará más calorías para poder mantenerse y las continuará almacenando.

Una alimentación inadecuada produce alteraciones hormonales que, cuanto antes comiencen, se volverán permanentes. En caso que el niño nazca con un peso normal también será susceptible de ser obeso, ya que adoptarán las malas costumbres alimenticias de sus madres que, sumado a una vida sedentaria, los expondrá a padecer serias enfermedades.

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Beber agua disminuye el riesgo de sobrepeso en los niños

Recientemente, se realizó en Alemania una investigación, según la cual una óptima hidratación durante la infancia sería beneficiosa para el desarrollo adecuado de los niños, especialmente porque el agua es de gran ayuda para evitar problemas de sobrepeso.
En efecto, de acuerdo con este estudio los niños en edad escolar que beben como mínimo medio litro de agua diario ven reducido el riesgo de sufrir sobrepeso, algo en verdad relevante considerando que los problemas de peso en la niñez no paran de crecer.
Dicho estudio, que fue coordinado por la doctora Rebecca Muckelbauer, fue realizado en base a niños de 8 años que asistían a 32 escuelas cadenciadas. De ese modo, en el 31% de los mismos se logró reducir el sobrepeso al conseguir que bebieran un vaso más de agua al día.
Según los especialistas, para lograr que los niños disfruten de beber agua se necesita una motivación cultural que incite al consumo de la misma durante el día, en claro reemplazo de las bebidas gaseosas o azucaradas, de alto consumo en los últimos tiempos. Al mismo tiempo, los investigadores recomendaron colocar expendedores de agua en los establecimientos educativos con el propósito de que los niños puedan tener un acceso directo a la misma, fomentando de ese modo su consumo diario.
Beber agua, en especial antes de cada comidas, brinda una mayor sensación de saciedad y, por ende, reduce las cantidades de comida a consumir. Al mismo tiempo, vale la pena destacar que al beber 500 centímetros cúbicos de agua el organismo gasta un promedio de 100 calorías, debido al proceso conocido como termogénesis inducida.

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Los malos hábitos de las embarazadas modificarían el ADN del feto

Un estudio reciente logró demostrar que ciertas conductas y hábitos de las mujeres durante el embarazo, actuarían como una suerte de “programación” en el feto, predisponiéndolo a padecer sobrepeso duurante toda su vida.
Las mujeres que a lo largo del embarazo no se cuidan como es debido, al fumar, beber alcohol, tener una mala alimentación, la cantidad de ejercicio que realice o la exposición a ciertos agentes contaminantes,  podrían poner en riesgo la vida de sus bebés, puesto que tales factores influyen directamente en la alteración del ADN del bebé, influenciando su estado de salud durante su crecimiento. Esta teoría, es conocida como epigenética.
Para arribar a dicha conclusión, un grupo de investigadores se ocupó de analizar los genes de niños, con edades comprendidas entre los nueve y los once años, buscando genes que tuviesen la misma letra pero que se comportaran de manera distinta, en función a si el niño era obeso o delgado.
Tras la obtención de todas las muestras, se prosiguió realizando un análisis de las pruebas de sangre de esos mismos niños, las cuales habían sido tomadas cuando nacieron. De este modo, los resultados comprobaron que en diversos casos el ADN de los niños con sobrepeso poseía una composición química diferente desde el momento de su nacimiento.
Los niños que nacen con estas alteraciones en su ADN, al llegar a la vida adulta poseen  un sobrepeso que no es coincidente con sus hábitos alimenticios, por lo que no pueden restar la grasa localizada en su organismo de forma sencilla, a través de dietas o ejercicios. Por lo que su propensión a la obesidad se debe a los malos hábitos de sus madres cuando estaban embarazadas.

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