Pautas para una retirada correcta del pañal

Algunos padres en ocasiones suelen apurar a sus hijos para que dejen el pañal, en ciertos casos debido al costo económico que conllevan los pañales. Pero lo cierto es que la retirada del pañal se debe hacer de manera adecuada y coherente, más aún si no deseamos que los bebés sufran de los malos hábitos en la micción, los cuales pueden acarrear problemas como incontinencia urinaria e infecciones, entre otras cosas.
Por este motivo, se realizó el lanzamiento de la campaña informativa denominada Consejos para la correcta retirada del pañal en niños, que está destinada a los padres y especialistas de salud que se desempeñan en áreas pediátricas. Su fin es mostrar cuáles pautas deben adoptarse para que los niños dejen correctamente el pañal, sin sufrir ningún tipo de problemas.
Los especialistas afirman que entre los dos y tres años de edad es el momento ideal para comenzar con la retirada de los pañales, pudiendo extenderse su uso nocturno por 6 meses más.
Siempre la mejor época para hacerlo es el verano, pues como hace calor el pequeño puede estar más cómodo, ya que lleva menos ropa.
También, para abandonar el pañal son útiles los orinales y WC para niños. Incluso, hay algunos que ofrecen una melodía como forma de recompensa para incentivar al niño a hacer sus necesidades en el pañal.
Si pasados los 5 años de edad los pequeños continúan teniendo escapes nocturnos, será necesario consultar con el especialista ya que es probable de que el pequeño padezca enuresis.
Para que los niños dejen el pañal correctamente es necesario tener mucha paciencia, porque una mala práctica puede acarrear enuresis así como una disminución en la calidad de vida y autoestima del niño.

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El parto vaginal incrementa el riesgo de sufrir incontinencia urinaria a futuro

Un estudio llevado a cabo en Suecia reveló que las mujeres que tienen a sus hijos mediante parto vaginal, poseen una mayor tasa de incontinencia urinaria durante la menopausia, en comparación con aquellas a quienes tuvieron sus hijos por cesárea.
Esto se debe a que la cabeza del bebé ejerce una gran presión sobre los músculos por los cuales pasa en el momento del parto, por lo cual esos mismos músculos pueden resultar dañados.
El estudio, que fue realizado por la Academia de Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, logró de este modo determinar que el 40% de las mujeres que tuvieron a sus hijos por parto normal sufrieron de incontinencia urinaria en distintos grados al llegar a la edad madura, en contraste con la tasa del 29% de aquellas mujeres que tuvieron a sus hijos por cesárea.
Pero incluso el estudio demostró que en aquellas mujeres que comenzaron el trabajo de parto pero, por diversos motivos, terminaron en cesárea, el riesgo de padecer incontinencia, en comparación con aquellas que tuvieron una cesárea programada, es el mismo.
Esto no quiere decir que se promueva la cesárea, sino que debe estudiarse la forma de evitar la incontinencia futura.
Vale aclarar que el sobrepeso en el embarazo implica una sobreexigencia mayor en la musculatura pélvica, lo cual también incrementa los riesgos a futuro de sufrir incontinencia. Aunque, claramente, este es un factor que puede evitarse.

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Incontinencia urinaria en el embarazo

Durante el embarazo, las mujeres orinan mucho menos en comparación con las ganas que sentían. Esta sensación es muy común pues su cuerpo está en proceso de cambio, aunque en el último trimestre no solamente dan más  ganas, sino que incluso se les suele “escapar” la orina especialmente cuando se ríen, tosen, estornudan o levantan algo pesado, entre otras cosas.
El motivo de ello, no es otra cosa más que la presión que el útero ejerce sobre la vejiga, el tamaño del bebé, pues está cada vez más grande y ocupa mucho espacio afectando así la función de la uretra, que es la que hace posible que retengamos la orina. 
Durante esta etapa, es necesario beber al lo menos 8 vasos de agua diarios, pues sino podría llegar a contraer una infección urinaria  o incluso deshidratarse; evitar tomar líquidos con cafeína, picantes, gaseosas, alcohol; porque irritan la vejiga;  controlar el sobrepeso, ya que influye en la incontinencia porque aumenta la presión sobre la vejiga.
Al reír, toser o estornudar hay que procurar cruzar las piernas. También, es importante hacer los ejercicios Kegel, que se trata de contraer los músculos alrededor de la vagina, con los cuales se obtendrán resultados entre las  4  y 6 semanas posteriores. No se debe acelerar el proceso haciendo más ejercicios Kegel,  porque puede llegar a ser contraproducente y generar un efecto contrario al deseado.
Al mismo tiempo, durante el embarazo las mujeres están proclives a sufrir infección urinaria, la cual se puede prevenir higienizando bien el área, evitando los baños de inmersión, no usar ropa ajustada y utilizar ropa interior de algodón.
Inclusive es importante evitar el estreñimiento para que la vejiga no esté presionada y debilite los músculos de la pelvis. Para ello, es fundamental beber mucho líquido e incorporar fibra en la dieta.

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