Jugar es mucho más que un pasatiempo

Más allá de la edad que se tenga, jugar es una actividad positiva y beneficios tanto para la mente como para el cuerpo. Pero básicamente se trata de algo fundamental durante la infancia.
Para evitar que se aburran, es importante que los niños se mantengan entretenidos jugando, pues esto es indispensable en el día a día de los pequeños, pues a través de los juegos puede activarse distintas partes de su cerebro y su cuerpo. Ese es el motivo por el cual es necesario que los niños jueguen tranquilos, ya que es una de las mejores formas para aprender a interpretar el mundo que los rodea.
No se trata únicamente de un pasatiempo sino que es una actividad a la que el pequeño le dedica mucha atención y entendimiento. De modo que los juegos de mesa, los juegos de ingenio o cualquier otro que involucre el cuerpo, son una valiosa herramienta para la conducta y el aprendizaje de los niños.
Al jugar se completa la construcción del aparato psíquico de las personas, razón por la cual sirve mucho también como herramienta terapéutica en aquellos niños que sufran alguna enfermedad, se encuentran tristes o estresados. De todas maneras, los extremos nunca son buenos, por lo que si un pequeño no siente ganas de jugar o posee mucha energía para lograr concentrarse en sus juegos, entonces habrá que analizar lo que está pasando por su mente.
Mediante el juego, el niño puede experimentar lo que es ganar, perder, sentirse ansioso o poderoso. A la vez que puede experimentar el esfuerzo, la espera, la resistencia o la renuncia. Por eso, para un mejor desarrollo, resulta sumamente importante incentivar a los niños para que jueguen.

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