Cómo aliviar la fatiga en el embarazo

fatiga-embarazadasEn los primeros tres meses del embarazo, se necesita una enorme cantidad de energía la formación de la placenta, lo cual hace que la madre pierda vitalidad. Aunque la situación se estabiliza un poco durante el segundo trimestre. Y en la última etapa de la gestación, como se vuelve difícil descansar y el bebé incrementa sus demandas de energía, la fatiga  se instala para quedarse.

Para aliviar la fatiga del embarazo es importante que la futura mamá escuche a su cuerpo, descansando cada vez que se sienta cansada y tomándose su tiempo para hacer su rutina diaria. También sirve de ayuda apoyarse en la pareja o familiares para que colaboren en el día a día. Dormir más es una buena opción, pues es común tener sueño constantemente, sobre todo al comienzo y al final del embarazo. Una alternativa es irse a la cama más temprano o levantarse más tarde, o ambas cosas a la vez en caso que sea posible.

La alimentación es otro de los factores que contribuyen a mantener el nivel de energía y, por consiguiente, a paliar el cansancio. Lo ideal es ingerir alimentos que aporten energía de larga duración, como los hidratos de carbono complejos y las proteínas, cuidando siempre de recibir las calorías necesarias. A la vez, comer seis veces al día, ayudará a mantener equilibrado el nivel de azúcar suficiente para mantener la energía. En ese caso, las mini-meriendas pueden ser una buena solución.

Hacer ejercicio en el embarazo también es beneficioso. Hay que evitar permanecer acostada o sentada mucho tiempo y, por ejemplo, optar por dar un paseo a paso ligero. Cabe recordar que el ejercicio aumenta las endorfinas y, además, posibilita un descanso mejor por la noche.

En caso que la fatiga sea severa o persista más de la cuenta, es recomendable consultar con el médico.

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El tercer mes de embarazo

Al cumplir el tercer mes de embarazo, tras haber ya casi superado la etapa de las náuseas y los vómitos, el embrión se convierte en feto. Es el momento de realizar la primera ecografía, a través de la cual es posible determinar la fecha de la concepción y localizar si existen o no malformaciones en el feto.

Durante el tercer mes de gestación, el bebé triplicará su volumen, llegando a medir doce centímetros y pesar aproximadamente 65 gramos. Además, continúa formándose el esqueleto, funcionan las articulaciones y comienzan a desarrollarse las células nerviosas.

En lo que respecta a los órganos sensoriales, los ojos alcanzan su posición final y se cubren los párpados. La boca se empieza a articular, comienzan a dibujarse los labios y se forman los orificios nasales.

En cuanto a la salud de la mujer, es importante que ésta mantenga hábitos saludables, suprimiendo por completo el consumo de tabaco y alcohol. Si se trata de un embarazo complicado, con amenaza de aborto o parto prematuro, el ginecólogo realizará un seguimiento intensivo de la mujer. A la vez que recomendará guardar reposo y evitar realizar esfuerzos.

Con respecto a la alimentación durante el tercer mes de embarazo, los especialistas aconsejan comer de manera saludable y equilibrada para que el bebé no sufra carencias de nutrientes. Lo ideal es ingerir al menos una fruta y una verdura por comida, cuidando que siempre estén bien lavadas.

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Síntomas de embarazo: aumento o pérdida de apetito

La hinchazón y aumento de la sensibilidad en los senor suele ser uno de los primeros síntomas del embarazo que experimentan las mujeres. Aunque también lo pueden ser la fatiga, las náuseas, un incremento en la sensibilidad a los olores, el aumento o pérdida del apetito, etc. Sin embargo, como cada mujer es distinta, no hay manera de predecir con certeza qué es lo que va a sentir cada embarazada.
Volviendo al aumento o pérdida del apetito, muy asociado al embarazo, muchas mujeres suelen tener ganas repentinas de comer algún alimento en particular. Esto es producto del cambio hormonal que se produce en la gestación y del periodo de adaptación que debe atravesar el cuerpo para acostumbrarse a ese aumento de hormonas.
Pero también puede ocurrir que la mujer sienta una pérdida de apetito, en especial durante el segundo trimestre de gestación. En dicho período, el feto ya posee la totalidad de sus órganos formados y se dedicará a crecer y ganar peso hasta el final del embarazo, esto hará que el útero presione demasiado el intestino grueso pudiendo llegar a ocasionarle a la futura madre estreñimiento. Al mismo tiempo, las hormonas del embarazo tornan lenta a la digestión, lo cual puede devenir en una pérdida de apetito.
De todo esto, podemos deducir que las alteraciones en el apetito de la embarazada  se deben básicamente a los cambios hormonales y la adaptación del organismo a los mismos; los cambios en el olfato y gusto por los alimentos, que llevar a que una mujer rechace o desee un alimento en particular; y alguna causa psicológica. Por lo que en caso de experimentar un aumento o pérdida de apetito, la embarazada debe consultar con su ginecólogo para que establezca cuáles son las posibles causas y ofrezca una solución para que esta situación sea lo menos incómoda posible.  También, es importante contemplar el peso de la madre y el del bebé, dado que un aumento desmedido del peso corporal no es recomendable en el embarazo.