Los antidepresivos no afectarían el desarrollo del bebé en el embarazo

En general, las mujeres que están bajo tratamiento psiquiátrico por habérseles diagnosticado depresión, suelen sentir cierta incertidumbre al momento de planificar un embarazo, sobre todo por la inquietud que les genera los efectos que puede llegar a tener la medicación que toman en el bebé. Pero hay buenas noticias al respecto, ya que el Centro Asher para el Estudio y Tratamiento de los Desordenes Depresivos de la Universidad Northwestern, con sede en los Estados Unidos,  comprobó a través de una investigación que el consumo de antidepresivos durante la gestación no entraña ningún riesgo para la madre y su hijo, pues  no influye en el desarrollo de los niños.
De modo que, a pesar que las mujeres continúan preocupándose acerca de cómo puede afectar el tratamiento contra la depresión en el desarrollo del feto en gestación, el consumo de antidepresivos no es un problema real en sí, dado que se demostró que no produce diferencias de tamaño durante el primer año de vida en niños que han sido expuestos a tales medicamentos. Al tiempo que tampoco guardan relación con el bajo peso al nacer y los partos prematuros.
Para arribar a esta afirmación, los investigadores realizaron el seguimiento de un grupo conformado por 77 mujeres, embarazadas y con cuadros de depresión, de las cuales 46 estaban bajo tratamiento y el resto no. Tras medir y pesar a los hijos de estas mujeres en cuatro oportunidades distintas durante su primer año de vida, se comprobó que el 20% de las mujeres que se encontraban en tratamiento tuvieron bebés un poco prematuros. Sin embargo, en el 10% de las mujeres que no tomaban antidepresivos no se registraron diferencias ni problemas en el crecimiento de sus hijos.

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Efectos de los fármacos en el desarrollo fetal

Existen ciertas enfermedades que necesitan ser tratadas con fármacos inclusive cuando se está embarazada, a pesar de que se sepa que el medicamento podría llegar a afectar el desarrollo del feto. Estos son los casos en los que el riesgo de interrumpir el tratamiento es significativamente mayor al riesgo que implica el efecto del medicamento en el bebé. Un ejemplo de ello es la depresión.
Es sabido que los antidepresivos pueden tener efectos sobre el feto, pero existen casos en los que la mujer necesita continuar tomándolos, por supuesto que siempre bajo prescripción médica.
Según un nuevo estudio liderado por la investigadora Hanan El Marroun, becaria postdoctoral del departamento de psiquiatría infantil y adolescente del Hospital Pediátrico Sofía y el Centro Médico Erasmo en Rótterdam, existen algunos antidepresivos, los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS) como por ejemplo Paxil y Prozac, que pueden afectar al tamaño de la cabeza del bebé.
Los autores de la investigación, se basaron en datos de los partos de unas 7.700 mujeres. De las cuales, el 91 por ciento no padecía depresión o tenía síntomas muy leves. En tanto que el 7 por ciento tenía depresión pero no se medicaba con ISRS y el 1 por ciento restante tenía síntomas de depresión y se medicó durante la gestación.
El estudio reveló que los bebés de madres con depresión no medicadas con ISRS tendieron a ser proporcionalmente más pequeños y a nacer un día después de la fecha prevista de parto. Mientras que los bebés de las madres que sí tomaron dichos fármacos nacieron con cabezas más pequeñas, y mostraron el doble de posibilidades de nacer de manera prematura.
Vale aclarar que la finalidad de dicho estudio es servir de ayuda a los especialistas al momento de valorar la conveniencia o no de que la madre continúe con el tratamiento con ISRS durante la gestación.

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