Embarazo psicológico

El embarazo psicológico o utópico, es un problema a nivel de la psiquis que se presenta en aquellas mujeres que, ante el fuerte deseo de tener hijos, creen que están embarazadas, cuando no es así, a la vez que sienten todos los síntomas de una gestación común.
Entre las principales causas de este problema se encuentran la pérdida de un  embarazo, pues esto genera un impacto psicológico de tal magnitud que puede ocasionar un trastorno en el organismo que deriva en este estado emocional. Aunque también suele presentarse por un gran deseo de ser madre, por la existencia de problemas conyugales o ser también como una especie de mecanismo de defensa ante el arribo de la menopausia. En este último caso, el deseo de continuar siendo fértil explica la existencia de un embarazo psicológico.
Los síntomas de un embarazo de este tipo son bastante similares a los de una gestación común, entre ellos es posible mencionar el aumento del tamaño de la barriga y el consecuente incremento de peso, trastorno del ciclo menstrual y cambios hormonales. Incluso,  puede ocurrir que las glándulas mamarias comiencen a secretar calostro. Con respecto a los movimientos fetales que puede creer sentir la mujer, claro está, son solamente una sensación.
En general, quienes padecen un embarazo psicológico son incapaces de aceptar que no están verdaderamente embarazadas. En ocasiones, optan por no consultar con el médico para no afrontar la dura realidad. Aunque también suele ocurrir que recorran diferentes clínicas hasta lograr dar con alguien que les confirmen el embarazo, lo cual no deja de ser una ilusión ya que todas las pruebas a las que se sometan desmentirán este estado. De modo que el choque entre fantasía y realidad se convierte en un duro golpe a nivel emocional para la mujer que cree estar “embarazada”.
Lo importante, es recibir el apoyo psicológico necesario para intentar comprender que el embarazo no era más que una ilusión.

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Causas y síntomas del embarazo psicológico

Aunque suene difícil de creer, un embarazo psicológico conlleva los mismos síntomas de un embarazo real. En estos casos, el ciclo menstrual se detiene, comienzan los mareos, antojos, náuseas, e incluso en una etapa más avanzada pueden crecer el vientre y los pechos, y hasta se pueden suscitar aparentes movimientos del bebé y contracciones uterinas.
Entre las mujeres más propensas a desarrollar un embarazo psicológico se encuentran aquellas con problemas de esterilidad y las que se encuentran en la etapa de la menopausia. Al mismo tiempo, el temor puede llegar a paralizar las mentes de  las jóvenes que recién inician su actividad sexual y viven permanentemente con miedo de embarazarse.
Otro de los factores que influye en estos casos es la presión social, según la cual se dice que el ser madre es sinónimo de MUJER y que, por lo tanto, estamos incompletas si no conseguimos realizarnos en esta área. De modo que pensamientos colectivos o personales, como la necesidad de amar y de afianzar las relaciones de pareja, suelen ser disparadores que ocasionan su aparición.
Un signo alarmante se suscita cuando la mujer cambia de forma constante de médico en búsqueda del diagnóstico anhelado. Por ello, los profesionales en la salud deben comprender el dolor de la paciente y brindarle la ayuda necesaria puesto que con una actitud contraria se podrían profundizar en la mujer los sentimientos depresivos.
Si las pruebas caseras arrojaran un resultado negativo, para estar completamente segura de que el embarazo es real lo mejor es confirmar el diagnóstico mediante un análisis de sangre y, si todavía existen dudas, un ultrasonido es la opción más conveniente para demostrarle a la paciente que no esta gestando.

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