Cansancio en el embarazo

Durante el primer trimestre del embarazo es muy común que las mujeres sientan cierta fatiga, la cual suele regresar un tiempo antes de dar a luz. Sin embargo, también es común que suceda que algunas mujeres se sientan cansadas durante toda la gestación o bien nunca lleguen a experimentar nada por el estilo.
Este cansancio constante lleva a las embarazadas a querer dormir a toda hora. Esta situación, en general, se debe a los cambios hormonales propios de este estado, dado que se produce un aumento drástico de los niveles de la progesterona, que es la hormona que genera un efecto tranquilizante, además de ser la encargada de regular el ciclo reproductor.  Pero incluso es probable tener problemas para conciliar el sueño por las noches, sobre todo por las incontables veces en que las embarazadas se levantan para ir al baño.
Otros de los síntomas que suelen restar fuerzas y que son muy frecuentes, son las náuseas y los vómitos. Por lo que si sumamos todos estos factores, no es ilógico que al final del día la futura madre se sienta verdaderamente agotada.
El cansancio suele acentuarse en torno a los siete meses de gestación, no sólo por el aumento de peso sino también por el malestar que produce la acidez estomacal, la aparición de calambres, la necesidad de orinar a cada rato, los movimientos del bebé y el típico dolor de espalda.
De todos modos, aquellas mujeres que sienten cansancio extremo pueden consultar con el médico para descartar alguna posibilidad de anemia o depresión.
Para sobrellevar esta situación, lo más conveniente es procurar descansar cuanto sea posible, llevar una alimentación saludable y equilibrada y hacer ejercicio moderado a diario. 

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Consejos para evitar la obesidad en los niños

La obesidad es un problema que se ha extendido tanto entre la población mundial, especialmente a los niños, que actualmente es considerada una pandemia. Por dar un ejemplo, en España el porcentaje de niños con sobrepeso u obesidad supera el 28%.
Para evitar que los niños sufran este problema, existen ciertos consejos que pueden ayudar a los padres para cuidar la salud de sus hijos y darles la posibilidad de que tengan una buena calidad de vida.
En primer lugar, es importante servirles raciones de comida apropiadas para la edad de los pequeños. Para comer de una manera más equilibrada, los alimentos deben servirse en platos no muy grandes. Además, es necesario que la despensa contenga alimentos variados, en especial productos frescos y saludables, como es el caso de los cereales, verduras, frutas, hortalizas, etc, procurando evitar el exceso de la bollería o alimentos ricos en grasas o azúcares para disminuir su ingesta, ya que así los niños no tendrían con qué tentarse.
También, deben ser evitados los refrescos azucarados y los zumos preparados, para ayudar a los niños a que se acostumbren a beber agua, pues no hay nada mejor para calmar la sed e hidratarse. Claro que no es bueno privar a los niños por completo de consumir refrescos, bollería, etc., ya que si los ingieren de manera esporádica no afectan al organismo.
En el caso de los productos lácteos, éstos deben ser bajos en grasas. Al tiempo que es fundamental limitar el consumo de carnes y sus derivados, reemplazándolos por pescado, frutos secos o legumbres, pues estos últimos le aportan al organismo los nutrientes necesarios.
Por otro lado, los niños necesitan hacer actividad física de forma regular, y si es en compañía de los padres mejor aún porque los pequeños acostumbran imitar todo lo que hacen los mayores.
Por último, es indispensable controlar el tiempo que los niños pasan frente al tv o jugando videojuegos, pues este tipo de actividades no hacen más que fomentar el sedentarismo.

Las embarazadas deben hacer ejercicio físico

Los beneficios de hacer ejercicio físico durante el embarazo son innegables. Por esa razón, los expertos recomiendan realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física, 5 veces a la semana. Así, por ejemplo, pueden practicar yoga, salir a caminar, hacer natación, realizar algún ejercicio aeróbico liviano o encarar cualquier otra rutina que sea de bajo impacto.
El hábito saludable de hacer ejercicio físico, sumado a una alimentación equilibrada, es fundamental para llegar a término con el embarazo en óptimo estado de salud, no sólo de las madres sino de los bebés también. Este dato es muy importante, teniendo en cuenta que la mayor parte de las mujeres, más concretamente el 68%, eligen no hacer actividad física durante la gestación, lo cual repercute en el aumento de peso extra.
Los profesionales de la salud consideran de suma importancia recomendar a las embarazadas que adopten este estilo de vida,  basándose en los resultados de un estudio realizado de manera conjunta por la Universidad de Granada y el Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada.
Las investigaciones pudieron comprobar que la mayoría de las mujeres no hace actividad física, no sólo durante su embarazo sino tampoco antes de quedarse embarazadas. Además, comprobaron que el 20% de las mujeres no hace ejercicio físico desde hace años. Dicha información se desprende del análisis realizado sobre un grupo compuesto por 1.175 mujeres embarazadas sanas que cursaban la primera mitad del embarazo.
Tales resultados dan cuenta de la necesidad de intervenir y promover la adopción de estilos de vida saludables en la gestación, que repercutirán favorablemente en la mujer y su futuro hijo.

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El consumo moderado de carne es beneficioso para las embarazadas

Llevar una dieta saludable y equilibrada resulta fundamental en la vida de cualquier persona, sobre todo en las embarazadas pues durante esta etapa es esencial que los requerimientos nutricionales del bebé sean satisfechos. Para asegurar el aporte de minerales y proteínas necesarias para el organismo, tanto de la futura madre como de su hijo, es importante el consumo de carnes rojas en el embarazo, aunque siempre en su justa medida, sin cometer excesos. Con comer este tipo de carne al menos dos veces a la semana será suficiente.
Beneficios de comer carne
La ingesta de carne de ternera durante la gestación nutre al organismo con vitamina B y minerales, lo que colabora a regular los niveles hormonales, que se incrementan durante el embarazo. El cuerpo de las embarazadas requiere fabricar glóbulos rojos extra, y el hierro y la vitamina B12 presentes en este tipo de carne ayudan a activar dicho proceso. En efecto, el hierro es muy importante para la prevención de la anemia ferroprénica en las embarazadas. Para favorecer la absorción del hierro, es conveniente acompañar la carne con una ensalada condimentada con limón o comer un kiwi de postre.
Por otro lado, la carne contiene la coenzima Q10 que favorece la produción de la energía necesaria, al tiempo que impulsa el ritmo cardíaco del bebé. A su vez, el cinc y el selenio presentes en la ternera estimulan el desarrollo de los tejidos del bebé.
Consejos útiles
Durante el embarazo, las mujeres son más propensas a enfermarse o coger una infección provocada por los alimentos que ingieren. En lo que respecta a las carnes rojas, hay ciertas recomendaciones que las embarazadas deben tener en cuenta para mantenerte saludables.
En primer lugar, los especialistas recomiendan no juntar nunca la carne cruda con el resto de los alimentos. También, es importante extremar la limpieza de los utensilios de cocina, lavándolos bien luego de ser usados.
Al cocinar carne de res o pollo, es importante verificar que no quede cruda ninguna parte. Si el interior de la misma posee una coloración rosa, eso significa que aún le falta cocción.
Asimismo, hay que tener cuidado al freír hamburguesas o chorizos, porque por fuera pueden parecer que están a punto pero por dentro en ocasiones están crudos.
Un dato para tener en cuenta, nunca hay que interferir en la cadena de frío de la carne, de modo que se la debe consumir ni bien se la descongele. De lo contrario, si es dejada a temperatura ambiente y se la vuelve a colocar en el refrigerador, existe el riesgo de que resulte rápidamente contaminada con microorganismos y bacterias.
Lo que no se debe comer
En relación a las carnes rojas, los médicos nutricionistas sostienen que lo ideal es optar por las carnes magras, es decir, sin grasa, como es el caso de ciertos cortes como los filetes. En el caso del pavo y el pollo, se deben comer siempre sin piel. 
La carne de res, al igual que la del cerdo y aves tiene que consumirse bien cocinada, puede ser asada, en guisos o frita. Sin embargo, la futura madre deberá necesariamente descartar de su dieta a los carpaccios y el steak tartare, al igual que las vísceras, como por ejemplo los sesos, criadillas, hígado y riñones.
¿Qué sucede con la carne de cerdo en el embarazo?
La carne de cerdo es altamente rica en proteínas, por lo que las embarazadas la pueden consumir aunque con moderación porque hay que tener en cuenta que durante la gestación la digestión se torna más pesada.
Como se trata de una carne grasa, lo mejor es comerla acompañada de alimentos más ligeros, preferentemente ricos en fibra. De ese modo, no habrá que preocuparse por las digestiones pesadas.

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Los problemas de tiroides influyen en la fertilidad de las mujeres

Los problemas de fertilidad, aquejan a muchas parejas que buscan con ansias tener un hijo. Vale destacar que en las mujeres la mayoría de los casos con problemas de fertilidad están relacionados con trastornos de tiroides, cuyos síntomas serían fatiga, depresión, caída del cabello y aumento de peso, etc.  Por ese motivo, resulta importante que, de presentar tales síntomas, se lo comuniquen al profesional médico para ayudar en el diagnóstico.
Los especialistas en el tema, aseguran que los problemas de hipotiroidismo influyen directamente en la fertilidad de las mujeres que se hallan en edad reproductiva. Razón por la cual se sugiere que, aquellas que estén planificando tener un bebé, consulten con tiempo con su ginecólogo para realizarse un estudio completo de las tiroides y, de ese modo, poder desechar este problema o, de dar resultado positivo, tomar las medidas preventivas del caso.
Los trastornos de tiroides, tanto el híper como el hipotiroidismo, son factores que pueden influir negativamente en la fertilidad de la mujer o, de producirse un embarazo, pueden acarrear efectos en el desarrollo fetal, incrementando de manera considerable las probabilidades de sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre de gestación. Por supuesto que esto ocurriría en aquellas mujeres a las cuales no se les haya diagnosticado la enfermedad o que no hayan recibido el tratamiento correcto.
Hoy en día, el hipotiroidismo más habitual que se da las mujeres es la tiroiditis de Hashimoto. De todos modos, es preciso destacar que con un adecuado tratamiento hormonal y la adopción de hábitos saludables, que incluyan una alimentación equilibrada, cuidado del peso corporal y la práctica de ejercicio físico, las mujeres pueden lograr tener un embarazo normal.

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