Caída del cabello en los bebés

Que un bebé pierda el pelo o directamente no tenga no nos debe de extrañar pues es algo muy común.
Puede ocurrir que la caída del pelo con el que nació se deba a que no era verdadero cabello sino que se trataba de  restos de lanugo, que no es otra cosa más que la capa pilosa que le cubre el cuerpo a los bebés a partir del quinto mes de gestación, y el cual por lo general se pierde antes de producirse el parto. Si esto no sucede, entonces se le irá cayendo durante el tiempo posterior al nacimiento.
Por otro lado, es absolutamente normal que el pequeño pierda más pelo que un adulto ya que su cabello está en etapa telogénica, la cual se caracteriza por su débil raíz, en vez de encontrarse en fase anagénica, en la que el fortalecimiento de los cabellos es mayor.
Asimismo, el pelo se debilita por el contacto con el colchón de la cuna, lo cual hace que el pequeño vaya perdiendo cabello, sobre todo  en la parte posterior de la cabeza. Esta situación irá revirtiéndose a medida de que el niño comience a pasar más tiempo levantado.
Incluso, la falta de pelo en los bebés puede deberse a la herencia genética, que influye en el ritmo del crecimiento y la fortaleza del mismo.
Al margen de si el pequeño posea poco o mucho cabello, es necesario realizarle el lavado de la cabeza con una esponja humedecida en agua tibia y champú infantil. De ese modo, se evita que se acumule el sudor en los poros, lo cual propicia la aparición de eczemas y granitos; así como la formación de la costra láctea, muy común en los bebés menores de seis meses.
Y bajo ningún concepto se le debe echar colonia en la cabeza, pues ésta no hace más que resecar el pelo, tornándolo frágil y quebradizo.

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Bebés con mucho vello

Buena parte de las madres primerizas, desconocen las causas por las cuales sus bebés poseen el cuerpo cubierto de vellos, lo cual les genera preocupación ya que tal vez para algunos represente una característica poco estética. La inquietud mas habitual es la de saber si ese vello irá disminuyendo en abundancia. En verdad, todos los bebés poseen esa clase de recubrimiento en la piel y recibe el nombre de lanugo, y algunos lo sueltan más rápidamente que otros.
Durante la gestación, el cuerpo del bebé se recubre de vello, siendo una protección natural que aparece en la segunda mitad del embarazo y que cumple la función de pegar al cuerpo el manto graso que recubre la piel del bebé recién nacido en pos de darle mayor protección pues, a la hora de nacer y a lo largo de sus primeros años de vida, la piel de los pequeños es por demás delicada.
La función del lanugo es de suma importancia ya que protege el cuerpo del bebé, impidiendo que la piel se ablande al permanecer constantemente contacto con el líquido amniótico. Asimismo, contribuye a modo de lubricante en el parto ya que el vello posee textura aterciopelada para impedir que la piel del bebé se adhiera a la de la madre, lo que produciría mayor dolor y fricción al nacer.
Lo más común es que la mayor parte del vello se pierda, pero existen casos en los que el vello puede acompañar al pequeño un tiempo más.
Los bebés prematuros, son los que en general nacen con su lanugo intacto, puesto que al nacer fuera de término lo hacen dotados de esa protección, En esos casos, el vello puede durar hasta que el niño vaya creciendo.
Gran cantidad de vello puede observarse en la espalda, la nuca y los hombros, y como no posee raíz el vello se irá desprendiendo al ponerle o sacarle la ropa o al higienizarlo, desapareciendo completamente en las primeras semanas de vida.

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http://www.atencionycuidadosdelbebe.com/2011/12/la-piel-del-recien-nacido.html