Es habitual que las futuras mamás se sientan hinchadas e incómodas luego de comer. Esto se debe a que los altos niveles de estrógeno y progesterona que el cuerpo produce al principio del embarazo, hacen que se relaje el tejido de los músculos lisos del cuerpo, incluyendo los del aparato digestivo. Dicha relajación lleva a que la digestión sea más lenta, sobreviniendo entonces la hinchazón, malestar y otras incomodidades en la barriga, en especial tras una comida bastante abundante.
Para lograr aliviar el malestar, lo ideal es usar ropa cómoda y holgada, evitando cualquier prenda que apriete el vientre y la cintura.
Además, es conveniente comer varias veces al día en pequeñas cantidades, en vez de ingerir suculentas porciones, masticando bien la comida. Lo ideal es evitar la ingesta de aquellos alimentos que sepas que te pueden producir malestar gastrointestinal, como es el caso de las bebidas gasificadas, las carnes procesadas, el alcohol, las comidas muy condimentadas o picantes y las frituras. Después de cada comida, es sugerible aguardar al menor una hora para acostarse.
Desde ya que no se debe fumar, aunque algunas mujeres no suelen respetar este punto y continúan con este hábito durante todo el embarazo.
Para agacharse, siempre es recomendable flexionar las rodillas en vez de inclinar la cintura.
Para dormir, lo mejor es hacerlo con la parte superior del cuerpo apoyada sobre almohadas.
Asimismo, para aliviar la indisgestión, también es bueno comer un caramelo de menta luego de las comidas o, de ser posible, tomar un té de menta.