El hecho de que los adultos no recordemos nuestros primeros años de vida tiene una explicación. En efecto, investigadores de la Universidad y el Hospital para Niños enfermos de Toronto (Canadá), sostienen que esto se debe a la alta producción de neuronas durante la primera etapa de nuestra vida.
El propósito de dicho estudio era conocer cuál es la relación que existe entre el proceso de generación de neuronas y el almacenamiento en la memoria en los primeros años de vida.
Vale destacar que las neuronas son células del sistema nervioso que se encargan de la recepción de estímulos y que, al llegar a la madurez, en su mayoría ya no se dividen. Recordar nuestros primeros años de vida es complicado, en especial sabiendo que la producción de nuevas neuronas favorece la capacidad de aprendizaje, pero a la vez elimina viejos recuerdos de la mente.
Según la investigación, que fue presentada en la Asociación Canadiense de Neurociencia, la producción neuronal masiva tiene lugar antes y después de que nazca el bebé, y luego va disminuyendo de manera progresiva a medida que el niño se desarrolla. Esto es lo que se conoce como neurogénesis en el desarrollo.
Para la investigación se usaron roedores jóvenes y adultos. De este modo, los investigadores lograron descubrir que al ralentizar la neurogénesis en los roedores jóvenes el grado de olvido era menor de lo normal. En tanto que en los roedores adultos, la aceleración de la neurogénesis posterior a haberse formado la memoria bastaba para olvidar o recordar con dificultad. Así, los científicos establecieron la existencia de un vínculo entre la formación de neuronas y el número de recuerdos. De manera que si intentamos recordar hechos de nuestros primeros años de vida, podemos comprobar que son muy escasos y algunos muy fugaces.
Es preciso señalar que en otros estudios se logró demostrar que los niños pueden recordar ciertos acontecimientos a corto plazo, aunque esta memoria no perdura con el paso del tiempo y se sufre lo que se conoce como amnesia infantil.
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Consumir dosis extra de colina no aporta mayores beneficios durante el embarazo
Las embarazadas deben cuidar su alimentación, pues de ello dependerá el correcto desarrollo del feto. La colina es uno de los nutrientes importantes que no pueden faltar en la dieta. Se halla en la leche, la carne y los huevos, y posee un gran aporte nutritivo.
Hasta hace un tiempo se creía que era fundamental aportarle al organismo dosis extra de colina, pues se pensaba que ayudaba a que el bebé se desarrolle mejor. No obstante, un estudio reveló que el consumo adicional de dicho nutriente no sirve para mejorar las capacidades del lenguaje de los bebés, así como tampoco la memoria.
Al respecto, los especialistas afirman que consumir 0,5 gramos diarios de colina durante el embarazo, que es la cantidad recomendada, es saludable, pero un consumo extra no aporta mayores beneficios.
Hay píldoras de colina que se toman durante la gestación como suplementos dietarios, pues estudios anteriores habían comprobado mediante pruebas hechas con animales que el consumo adicional de este nutriente mejoraba el rendimiento de la memoria. De hecho, las empresas que comercializan dichos suplementos aseveran que sirven para reforzar la salud cerebral del feto. Por ese motivo, muchas embarazadas consumían estos productos confiando en que eran lo mejor para sus hijos.
Durante la investigación se demostró que aquellas mujeres que no tomaron los suplementos recibían de todos modos durante las comidas la proporción necesaria de colina, al ingerir alimentos como huevos, leche y carne.
Las mujeres que tomaron píldoras con una forma de colina denominada fosfatidilcolina obtuvieron un 170% de la dosis recomendada a embarazadas y un 140% de la dosis que se recomienda por día a mujeres que se hallan en periodo de lactancia. Luego se le realizó a los bebés diversos test para poder medir sus capacidades de memoria y de lenguaje, y se comprobó que no existían diferencias entre los pequeños de las madres que consumieron dosis extra de colina y los de aquellas que ingirieron la dosis recomendada.
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