Mucho es lo que se estudia a diario sobre maternidad y lactancia materna, y grandes investigadores dedican su tiempo para dejarnos en claro la gran importancia que tiene el amamantar a nuestros bebés los primeros meses de vida, sobre todo para prevenir enfermedades a largo plazo.
Así es que desde hace algún tiempo muchos investigadores sostienen que la lactancia materna tiene una gran relación con el posible desarrollo de un bebé, para prevenir enfermedades como la obesidad y el sobrepeso, ya que sostienen que aquello pequeños alimentados con leche materna, tienen menos posibilidades de ser obesos en su primera infancia, adolescencia y vida adulta.
Teniendo presente esto lo más recomendable para una mamá que acaba de tener familia, es que responsablemente estimule su producción de leche, ya sea prendiendo al bebé a la teta , cada vez que él lo solicita o mediante un sacaleches, para luego brindarle el alimento con una mamadera, dado que éste alimento es fundamental e indispensable para que correcto y saludable desarrollo de un bebé.
Hay que recordar que amamantar a un bebé, es un gran trabajo por parte de la mamá, pero bajo ningún punto de vista cabe privarlo de semejante privilegio si tenemos en cuenta todos los beneficios que la misma le proporciona a largo plazo. Por lo tanto la teta, debe ser a libre demanda, o sea, cada vez que el niño lo solicite y tenga hambre. La combinación con leches de fórmulas es aceptada, pero se recomienda que al menos los 6 primeros meses, el pequeño tenga como alimento exclusivo la leche materna acompañada por las indicaciones que brinda el pediatra de confianza.